El documento es una invención, cuya existencia solo le importa al historiador. Es creado por él. Es una especie de dios para los investigadores, quienes se acercan a este con temor, respeto y solemnidad. El historiador busca la verdad en él, cuando simple y sencillamente puede estar mintiendo, afirmó el doctor Roberto Castelán Rueda, director de la Escuela Preparatoria Regional de Lagos de Moreno, quien impartió la conferencia “Documento y lenguaje” dentro del 3er Coloquio de Avances de Investigación Generación 2014–2016.
Dijo que el contenido del documento puede ser una distorsión de la realidad, y añadió que si este es despojado de su sentido de sacralidad, puede ser tratado sin el velo que impone el respeto a lo sagrado, convirtiéndose en un acto humano más con el cual el historiador puede interactuar sin desventaja. En esto la literatura está más avanzada.
Características de la relación del historiador con el documento
- Una relación similar a la que hay entre lo sagrado y el creyente.
- El documento contiene lo que busca el historiador y encierra a la vez un misterio.
- Esta relación tan cercana a lo religioso o sagrado impide conjeturar, quitarse la solemnidad, burlarse del texto.
- El documento es interrogado e interpretado por el historiador, ya que busca la verdad en él y la transmite, convirtiéndose en un exégeta.
- Al ser el documento un referente para el historiador y demostración de sus aseveraciones, este se convierte en una especie de espejo que va a reflejar el ego del historiador.
Algunos aspectos que se deben considerar al abordar el documento
- Saber quién habla a través del documento.
- Cuál es la presión que tuvo para escribir.
A T E N T A M E N T E
“Piensa y Trabaja”
Guadalajara, 29 de mayo de 2015
Texto y edición web: Martha Eva Loera
Fotografía: Adriana González