En 1992 el escritor Fernando del Paso regresó a México para dirigir la Biblioteca Iberoamericana “Octavio Paz”, con un objetivo claro: “Crear un mundo de lectores”. Trabajaba como cónsul general en Francia, así que ello representó un motivo para volver a su país después de 20 años, y “la oportunidad de trabajar con libros”. El próximo 19 de julio este recinto cumplirá 25 años, un espacio donde la promoción de la lectura cobra importancia, y para muestra el “orgullo de la biblioteca: el Área Infantil”, inaugurada en 2002, comparte el Premio Cervantes 2015.
Actualmente el Área Infantil recibe a dos mil niños al mes. Entre volúmenes de sociología, historia, teología, biología, matemáticas, astronomía y otros temas, presentados de manera amable, se realizan actividades de fomento a la lectura como teatro guiñol y la hora del cuento: “La lectura es un placer, pero debemos estimularlo”, expresa Del Paso.
En palabras del poeta Ángel Ortuño, responsable del Área de Servicios, la edificación original de la biblioteca fue el colegio y el templo de Santo Tomás de Aquino, institución educativa colonial a cargo de jesuitas, incluso fue sede de la Real y Literaria Universidad de Guadalajara en 1792. Del inmueble quedaron como vestigios el extemplo de Santo Tomás de Aquino y la capilla de Loreto, luego de que fuera derribado en 1937.
El 19 de julio de 1991 se inauguró la Biblioteca Iberoamericana “Octavio Paz”, en honor a este Premio Nobel de Literatura (1990) mexicano. Su apertura se dio con motivo de la I Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado, rememora el maestro Itzcóatl Tonatiuh Bravo Padilla, Rector General de la Universidad de Guadalajara, quien subraya la importancia de tener al autor de Noticias del imperio como director de la biblioteca: “Es envidiable tener a un Premio Cervantes al frente de una de las funciones de soporte académico más importantes de la Universidad de Guadalajara”.
El doctor Sergio López Ruelas, coordinador general de Bibliotecas de la UdeG, expresa que fue Raúl Padilla López, entonces rector, quien impulsó que se destinara a los libros este “edificio emblemático, en el corazón de la ciudad”. Y añade que tras 25 años de creación, ahora cuenta con un acervo de más de 50 mil volúmenes de literatura iberoamericana.
“Es uno de los más emblemáticos del patrimonio arquitectónico custodiado por la Universidad de Guadalajara; forma parte de la representatividad e identidad de la comunidad universitaria”, describe Ortuño. Doce mil 200 usuarios visitan al mes este lugar de libros, que destaca por contar con un acervo especializado en ciencias sociales, historia y literatura iberoamericana (incluye a España y Portugal), señala la maestra Ana Isabel Trejo Rodríguez, encargada del Área de Procesos Técnicos.
Entre los servicios que ofrece la biblioteca se encuentran también la lectura en voz alta de libros mediante un programa especializado llamado JAWS; además, la enseñanza de lectura y escritura del sistema braille, comparte el maestro Juan Ignacio Varela Plascencia, quien está al frente del Área para Invidentes y Débiles Visuales, inaugurada en 2005.
La maestra Luz Elena Martínez Rocha, administradora general, añade que son 40 usuarios al mes quienes visitan este espacio; no obstante, debido a la situación vial de la zona centro, estos visitantes han migrado a plataformas virtuales, por lo que se les ofrece el servicio de digitalización de libros siempre y cuando no exceda 80 por ciento de la obra. Asimismo, esta área cuenta con 20 mil ejemplares en versión digital.
Con más de 400 años de historia, la biblioteca celebrará su 25 aniversario el 19 de julio a las 12:00 horas. En la ceremonia se develará una placa conmemorativa y se realizará el primer préstamo externo, servicio que podrán solicitar los usuarios que cuentan con credencial de la biblioteca, comparte Martínez Rocha. Al festejo puede acudir el público en general.
A T E N T A M E N T E
"Piensa y Trabaja"
Guadalajara, Jal., 17 de julio 2016
Texto: Andrea Martínez
Fotografía: Abraham Aréchiga