Basta de hacer arquitectura con base en patrones extranjeros.

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Inició esta mañana la 82 Reunión nacional de arquitectos miembros de la ASINEA. El tema es Regionalismo vs Globalización.

Con el tema Regionalismo versus Globalización comenzó la 82 Reunión nacional de la Asociación Nacional de Instituciones de Enseñanza de la Arquitectura (ASINEA), en el marco de los festejos del 60 aniversario de la fundación de la Escuela de Arquitectura, de la Universidad de Guadalajara, esta mañana en el paraninfo universitario, y que continuará hasta este viernes 31 de octubre.

En representación del Rector general de la Universidad de Guadalajara, Marco Antonio Cortés Guardado, el rector del Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño (CUAAD), Mario Alberto Orozco Abundis, dirigió la ceremonia de apertura que reunió a representantes de 83 diferentes escuelas de arquitectura de la república mexicana.

En su mensaje inaugural, el presidente del Consejo académico de la ASINEA, José Tamés y Batta, dijo que “basta de copiar la arquitectura con base en revistas americanas o extranjeras, donde las personas no aparecen y los escenarios son fríos y distantes. El arquitecto es un servidor social mezclado con una porción de artista, y cuyo fin es convertir un espacio en un lugar digno para que la gente sea feliz”.

Correspondió al arquitecto y escultor Fernando González Cortázar abrir el evento con una conferencia magistral, en la cual hizo una breve reseña acerca de la fundación de la Escuela de Arquitectura, de la UdeG, “que nació bajo la inspiración de un gran hombre que todos los jaliscienses deberíamos estar agradecidos, como fue sin duda el hombre visionario Ignacio Díaz Morales”.

En el segundo tema que desarrolló en su presentación, González Cortázar describió el gran milagro que logró la Escuela de Arquitectura universitaria, “como fue tener un estilo relativamente propio: la escuela tapatía de arquitectura, que aunque estaba atenta a los criterios del mundo, ponía una atención especial en el clima de Guadalajara, en los materiales existentes, y así nació una arquitectura regional y universal”.

Subrayó cómo la arquitectura debe tener ancladas sus raíces en su sitio, o de lo contrario debe globalizarse o expresarse con lenguajes universales. “Pero lo triste de ese planteamiento, cuando hablamos de lenguajes universales, es que cuando quiere ser de todas partes, acaba por ser de ningún lado. Es decir, es una arquitectura que acaba por no importar a nadie”.

“¿Qué puede importar a una gente de Nueva York, un edificio hecho en México igual a los que se hacen en Tokyo, Shangai, Berlín o en el mismo Nueva York? Lo que demuestran los grandes artistas, literatos, músicos o arquitectos, es que entre más se habla un lenguaje local, propio e individual, más se enriquece el panorama del mundo.

“Es un señuelo equivocado, cuando quiere imitarse una arquitectura supuestamente prestigiosa, que sólo son recetas de fácil aplicación, en vez de apostar adentro de una cultura y tradición. Hay que apostar por la verdad. Y nuestra verdad es que no somos alemanes, franceses o neoyorquinos, sino mexicanos con una gran herencia del pasado”.

 

Guadalajara,Jalisco., 29 de octubre de 2008.
Texto: Juan Carillo.
Fotografía: Abel Hernández.
Edición de noticias: Javier Gómez Gutiérrez.