Albert Einstein escribió sobre el antisemitismo, pero no desde el punto de vista emocional, porque era físico, una persona racional. Creía que se trataba de un fenómeno tipo xenofobia, afirmó el físico israelí Hanoch Gutfreund, presidente del Comité Académico de los Archivos de Albert Einstein, durante su participación en “Los manuscritos de Einstein” este 3 de diciembre por la tarde, en el marco de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara 2013.
Einstein no creía que el gran efecto del antisemitismo en los individuos se debiera tanto a una discriminación material como al desarrollo de un complejo de inferioridad, a la falta de confianza. Aconsejaba a los grupos minoritarios a nivel mundial que desarrollaran su solidaridad comunitaria, y que se enfrentaran a cualquier tipo de complejo de inferioridad. Creía asimismo que el judaísmo no solo era la religión, sino la tradición de los profetas, y que incluía valores humanos de importancia universal.
Nacido en el seno de una familia judía en Alemania, su educación, sin embargo, fue principalmente católica; después, alguien lo instruiría en los principios del judaísmo. Esto fue un episodio breve al cual se referiría posteriormente como el “Paraíso religioso de la juventud”, pero nada que generara un sentimiento judío en él sino hasta 1914, cuando ya con 35 años regresa a Alemania, tras una estancia en Suiza, y se encuentra de frente con el fenómeno del antisemitismo.
Einstein apoyó la planeación y creación de la Universidad Hebrea de Jerusalén. Cinco años antes de su muerte escribió en su testamento que todos sus bienes intelectuales serían transferidos a esta universidad. Estableció sus bases como su compromiso más importante. Einstein creía que el pueblo judío necesitaba una universidad antes que un estado, por ello fue uno de sus fundadores.
A T E N T A M E N T E
“Piensa y Trabaja”
Guadalajara, Jal., 3 de diciembre 2013
Texto: Martha Eva Loera
Fotografía: Adriana González