El auditorio estaba lleno. Todos querían escuchar sus historias y sus opiniones. Y es que a más de 40 años del Movimiento del 68, los acontecimientos siguen vivos en la memoria colectiva, sin importar género ni edad.
En el estrado, tres personajes que vivieron en carne propia los hechos de violencia, la prisión y todo lo que implicaba ser estudiante en aquella época: Salvador Martínez Della Rocca “El Pino”, Raúl Álvarez y Gilberto Guevara, esta vez reunidos en torno a la Feria Internacional del Libro, la cual dedicó algunas actividades a conmemorar los 40 años del movimiento estudiantil.
El encargado de abrir la charla fue Salvador Martinez Della Rocca, quien en el 68 formó parte del Comité de lucha, de la Facultad de Ciencias, razón por la cual fue prisionero político. Comentó que desde ese año hasta la fecha, la palabra democracia nunca ocupará un segundo lugar, sino el primero por la lucha.
“Como dijo Norberto Boglio en 1969: parece ser que ahora luchar por la democracia es más subversivo que luchar por el socialismo. La discusión ahora es qué ha pasado en este país desde el 68 para acá, qué vigencia tiene el movimiento actualmente, por qué estamos a 40 años reflexionando y debatiendo sobre eso”.
Otro de los integrantes del movimiento estudiantil fue Raúl Álvarez, quien fungió como representante del Instituto Politécnico Nacional ante el Consejo General de Huelga, y que también fue un preso político. Considera que el movimiento del 68, a diferencia de otra cantidad de movilizaciones previas, tiene una característica sobresaliente, ya que es un movimiento muy político y con una serie de cuestiones en que se enfrentan dos poderes: el poder oficial y una fuerza social.
“Está surgiendo otro tema que es tremendamente importante resaltarlo: el derecho a la verdad. Nosotros, los que reclamamos en los juicios penales que se le siguen al expresidente Luis Echeverría y sus secuaces, señalamos la actitud de los jueces, que es verdaderamente desvergonzada. Dice un magistrado que después de leer 58 mil hojas, no hay ningún elemento que incrimine a Echeverría”.
Explicó que estamos ante situaciones de cinismo, y eso es uno de los elementos de preocupación. Sin embargo, “a pesar de que estamos registrando una serie de hechos negativos en la vida nacional, yo creo que hay optimismo de que la sociedad mexicana está reaccionando correctamente ante hechos negativos”.
Para Gilberto Guevara Niebla, también preso político, el movimiento estudiantil tuvo un protagonismo muy importante, ya que fue una explosión a favor de las libertades políticas y democráticas.
“Ese carácter político fue fundamental, porque decide las consecuencias de largo plazo que el movimiento tuvo. Pocos libros presentan el movimiento como un esfuerzo por conquistar la democracia, pero lo que ocurre, a mi juicio, es que la experiencia de Tlatelolco influyó de manera determinante para radicalizar a los estudiantes. La democracia de hoy es culturalmente muy pobre”.
Entre los asistentes estuvo Lucía Morett Álvarez, una de las tres sobrevivientes del bombardeo de Santa Rosa de Sucumbíos, realizado el 1 de marzo de 2008 por la Fuerza Aérea de Colombia contra un campamento clandestino de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), ubicado en Ecuador, quien con lágrimas en los ojos narró su experiencia ante el reconocimiento del público.
Guadalajara, Jal., 5 de diciembre de 2008
Texto: Laura Sepúlveda
Fotografía: Adriana González
Edición de noticias: LCC Lupita Cárdenas Cuevas