Jorge Souza, profesor investigador del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH), calificó a Amalia Guerra (Tlalpujahua, Michoacán, 1916-2014) como “la narradora más importante de su generación en Jalisco”. Con 98 años de edad y los últimos 14 confinados a la cama por una fractura en la cadera, de la que nunca pudo recuperarse, “nunca perdió la lucidez, ni la inteligencia, ni las ganas de vivir, ni su amor por la literatura; cuando iba a visitarla se maquillaba y se peinaba para recibirnos”.
Cuentista
Amalia Guerra fue cuentista desde 1952. La temática, los personajes y las voces narrativas de los cuentos de Guerra –tan poco difundidos– son muy variadas, característica que algunos críticos podrían aplaudir y otros no. Sin embargo, una constante de la calidad de su escritura es el vigor de su pluma, que en ningún momento decae, a pesar de ser la suya una narrativa ágil, fluida, aparentemente natural. Muchos de sus cuentos, agrega Souza, están dedicados a la mujer, pues creció en un ambiente difícil para las mujeres dedicadas al oficio. Quizá a ello se deban sus bien pulidos cuentos, cultivados por años con delicadeza, con el amor a las letras y la perseverancia.
Sus maestros
Asistió a talleres literarios de reconocidos escritores jaliscienses: Juan José Arreola, Elías Nandino, Arturo Rivas Sáinz y Ernesto Flores. “Juan José Arreola la entusiasmó mucho en sus inicios. Tuvo ese encuentro con él y a partir de ese encuentro se dedicó a escribir. Mantuvo una estrrecha amistad con el poeta Ernesto Flores, y él y su esposa la visitaban en su casa y mantenían largas conversaciones y discusiones litearias”.
Su obra
En su libro de cuentos El vuelo plantea situaciones de la mujer, y cómo se concebía; el título del libro se desprende de un cuento llamado precisamente “El vuelo”, donde narra la historia de una mujer, ama de casa, que tiene sueños de un mundo mejor. Un día, cuando siente que nadie la comprende, le empiezan a salir plumas, se para en la ventana y emprende el vuelo. “Es lo que hizo ella, le salieron alas y voló. Y ahora que ha muerto voló y voló en el horizonte de la inmensidad”.
Libros
Entre sus obras destacan: El vuelo (Departamento de Bellas Artes de Jalisco, 1974), Las ataduras (Katún, 1985), La fiesta (Ágata, 1993) y Retorno al eco (UdeG, 1998).
A T E N TA M E N T E
“Piensa y Trabaja”
“Año del Centenario de la Escuela Preparatoria de Jalisco”
Guadalajara, Jal., 8 de julio 2014
Texto: Juan Carrillo
Fotografía: Cortesía El Informador