Los programas sociales focalizados implementados por los gobiernos en países de América Latina responden a criterios de exclusión, además de generar paternalismos y clientelismos entre la población.
Dichos programas, destinados sólo a una pequeña parte de la población con escasos recursos, son efectuados de manera arbitraria, mediante estrategias que más que responder a las necesidades de este sector, están diseñadas en función del dinero mínimo que los gobiernos pueden invertir en los mismos, afirmó el epidemiólogo brasileño Armando De Negri Filho.
Al dictar una conferencia en el marco de actividades de la Cátedra iberoamericana de investigación en salud y sociedad Juan César García, organizada por la UdeG, el especialista y activista social mencionó que los funcionarios gubernamentales argumentan que el presupuesto público carece de recursos suficientes para combatir la pobreza y la desigualdad, cuando en realidad no les interesa invertir en este tipo de acciones.
“En el último año, los gobiernos han invertido más en apoyos financieros para el rescate de empresas, que en programas sociales. Dinero hay, pero no para invertir en la sociedad”.
El coordinador del Comité ejecutivo del Foro social mundial de la salud, mencionó que las políticas públicas son adoptadas por los gobiernos conociendo las consecuencias negativas que traerán. Mencionó que los sistemas de salud están destinados sólo a quienes tienen capacidad tributaria. A los demás, el Estado sólo les proporciona un paquete de beneficios que les asegura cierto tipo de atención, pero no los tratamientos para curar sus enfermedades.
“Antes los pobres significaban un ejército de mano de obra de reserva para las industrias. Ahora, con los adelantos tecnológicos, ya no son necesarios, por tanto, la lógica que reina es la de la desatención. Estas acciones de desasistencia programada generan, a largo plazo, genocidio”.
De Negri Filho exhortó a los estudiantes de medicina que acudieron al paraninfo Enrique Díaz de León, a buscar que los servicios y la atención en salud sean universales y equitativos.
Guadalajara, Jal., 7 de noviembre de 2008
Texto: Mariana González
Fotografía: José María Martínez
Edición de noticias: LCC Lupita Cárdenas Cuevas