Para hacer frente a los casos que se han suscitado en Jalisco, la Sala de Situación en Salud por Sarampión de la Universidad de Guadalajara (UdeG), en coordinación con el Gobierno de Jalisco, habilitará módulos de vacunación contra dicha enfermedad en los centros universitarios de Ciencias Económicas y Administrativas (CUCEA), de Ciencias de la Salud (CUCS) y de Tonalá (CUTonalá).
Además se desplegarán dos brigadas itinerantes que llevarán vacunas a preparatorias y localidades donde se hayan registrado casos.
Esta vacuna triple viral se aplicará a niñas y niños menores de 13 años de edad, a integrantes de la comunidad universitaria y al público en general que no estén vacunados o no tengan su esquema completo (que son de 2 dosis) y la solicite. Para tal efecto se recomienda acudir con cartilla de vacunación.
Dichos módulos de vacunación operarán a partir del próximo martes 11 de noviembre, en un horario de 09:00 a 17:00 horas.
Estos módulos se montarán al interior del CUCEA; en tanto, en el CUCS estará instalado en la explanada del Edificio Q, detrás del Auditorio Roberto Mediola Orta, y en el CUTonalá estará en el Hospital Civil de Oriente.
De igual forma se prevé que más campus de la Red Universitaria de la UdeG también sean habilitados para aplicar dicha vacuna.
Especialistas llaman a actuar contra la enfermedad
Ante la amenaza del sarampión, especialistas del Hospital Civil de Guadalajara (HCG) y el CUCS coinciden en señalar a la vacunación y la prevención como claves para contener el contagio de la enfermedad, porque un infectado puede contagiar hasta 18 personas.
El doctor Antonio Luévanos Velázquez, infectólogo pediatra y Coordinador de Especialidades Médicas del CUCS, apuntó que el sarampión es una enfermedad que se caracteriza por síntomas como fiebre, escurrimiento nasal, coloración roja de los ojos, tos y en algunas ocasiones, cuando se manifiesta, puede haber erupción cutánea.
“Cuando un paciente tiene ronchitas en el cuerpo, hay que estar muy atentos de que puede tratarse de un caso de sarampión y lo que expulsa el paciente que tiene sarampión, como son las gotitas de saliva en la tos o al estornudar por la vía aérea facilita el contagio”, explicó el médico.
Además, recordó la importancia de observar los síntomas, debido a la temporada invernal, ya que en esta época del año abundan las enfermedades respiratorias, por esta razón síntomas como la fiebre pueden hacer que los enfermos se confundan con otros padecimientos.
Apuntó a que si una persona tiene sus vacunas contra esta enfermedad en orden, no tiene nada que temer.
Sin embargo, si no se tiene seguridad, se debe vigilar cómo evoluciona la salud del paciente, porque puede empezar a enfermar a la gente de su alrededor.
Recomendó a la población a seguir de cerca las recomendaciones que emita la autoridad sanitaria.
Rebrote de sarampión ocurrió por falta de esquemas completos de vacunación
Para combatir la problemática de salud actual, la doctora Mónica Cecilia Mercado Uribe, Coordinadora de la Especialidad en Infectología pediátrica del CUCS y del Antiguo HCG “Fray Antonio Alcalde”, expresó que la triple vacunación es una estrategia muy efectiva, “porque el paciente desarrolla una reactividad mayor al 97 por ciento”.
Asimismo denunció la existencia de campañas en contra de la vacunación, lo que ha desencadenado en el resurgimiento de la enfermedad viral. Estas cobraron fuerzas a partir de la pandemia del COVID-19, cuando se inventaron rumores anti científicos que relacionan a las vacunas con el autismo, por eso muchos esquemas quedaron incompletos.
“En el caso de esta vacuna no hay evidencia de que esté relacionada con autismos. Sí hay eventos adversos como en toda vacuna; alrededor del 5 al 10 por ciento son eventos leves a moderados, con dolor local, enrojecimiento o fiebre de 12 a 24 horas de duración”, detalló.
La principal línea de defensa es seguir el esquema de las cartillas de vacunación de manera rigurosa, que consiste en la aplicación de la dosis de la vacuna triple viral: sarampión, rubéola y parotiditis (paperas), que se puede identificar con las siglas SRP. Esta vacuna se debe aplicar entre los 12 y 15 meses de edad y su refuerzo entre los 4 y 6 años de edad.
Además es importante adoptar las medidas de higiene cotidianas, como el lavado de manos frecuente y la desinfección de superficies con alcohol o cloro.
Ante la presencia de síntomas como la fiebre o las erupciones cutáneas es importante el uso de cubrebocas y no asistir a espacios públicos o espacios como la escuela o el trabajo.
Los especialistas exhortan a la población a consultar únicamente fuentes oficiales provenientes de las autoridades en materia de Salud.
Atentamente
“Piensa y Trabaja”
“1925-2025. Un Siglo de Pensar y Trabajar”
Guadalajara, Jalisco, 10 de noviembre de 2025
Texto: Prensa UdeG
Fotografía: Coordinación General de Comunicación Social UdeG