La conferencia “Salud ambiental en la zona conurbada de Guadalajara” fue impartida este mediodía por el doctor Arturo Curiel Ballesteros, en el Instituto de Neurociencias de la Universidad de Guadalajara.
Curiel Ballesteros, quien es investigador del Departamento de Ciencias Ambientales del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias de la UdeG, destacó la necesidad de vincular las ciencias ambientales con las sociales para lograr una adecuada perspectiva de la salud en dicho ámbito.
En el mismo sentido, el investigador advirtió que para lograr la salud de los seres humanos se depende directamente del bienestar de los ecosistemas del planeta, y ya que a esta tesis se le ha estado dando mayor peso en los últimos años, el concepto de salud se ha ido ampliando, y por lo tanto las investigaciones se han enfocado más en el resultado de estas relaciones.
Luego de estos antecedentes, Curiel Ballesteros resaltó que a partir de las explosiones del 22 de abril en Guadalajara, fue que en esta ciudad se comenzó reflexionar sobre el deterioro social y de salud que han estado sufriendo los habitantes de la zona, debido a la relación entre los factores físicos, químicos y biológicos con las enfermedades de los tapatíos.
Curiel Ballesteros, quien basó su conferencia en los estudios que realizara a partir de mediados de los noventa, también señaló que otro de los detonantes para que se pusiera énfasis en los efectos del medio ambiente sobre la salud de las personas en Guadalajara fue el incendio de 2005 en el bosque de La Primavera.
Así, el investigador dejó en claro que a partir de ello, y luego de que también en 2005 el Diario Oficial de la Federación aceptara que los contaminantes pueden causar morbilidad, se han estado revisando los indicadores de desarrollo sustentable, entre los que destacó la calidad del aire.
En tales términos, Curiel Ballesteros anotó que los estudios que ha estado realizando le han permitido hacer un diagnóstico de la contaminación del aire, con lo que se ha determinado que el 77 por ciento de ésta proviene de los vehículos automotores.
Así también, luego de las investigaciones que llevara a cabo en la colonia Miravalle, considerada como la más contaminada en Guadalajara, el universitario se encontró una relación directa entre las enfermedades respiratorias y la mortandad de los habitantes de esa colonia con la pésima calidad del aire.
De igual manera, Curiel Ballesteros subrayó que el aumento de cáncer pulmonar en Guadalajara se ha dado ya no tanto en las personas mayores y que son fumadores, sino también en jóvenes y que geográficamente se ubican en las zonas de mayor flujo vehicular en la ciudad.
Luego de hacer un recuento de algunos otros indicadores de salud ambiental, como las áreas verdes disponibles por habitante y la calidad de las aguas en las zonas urbanas, Curiel Ballesteros dejó en claro que la capacidad de autorregulación de los sistemas ambientales en Guadalajara está siendo rebasada.
Guadalajara, Jal., 11 de mayo de 2011.
Texto: Roberto Estrada
Fotografía: Adriana González
Edición de noticias: Lupita Cárdenas Cuevas