La lectura nos ayuda no sólo a entender conceptos y a almacenar conocimiento, sino que también es benéfica para hacer madurar algunas zonas de cerebro y mejorar los procesos cognitivos, afirmó la Directora del Instituto de Neurociencias, del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (CUCBA), de la Universidad de Guadalajara (UdeG), doctora Esmeralda Matute Villaseñor, al participar en el Encuentro de Promotores de Lectura, que forma parte de las actividades para profesionales de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL).
“Leer ayuda a la especialización intrahemisférica del cerebro para el lenguaje, y esto sucede en ciertas estructuras cerebrales subcorticales, que es el cuerpo calloso y donde concurren fibras nerviosas que conectan diferentes áreas del cerebro. Ese cuerpo calloso es más delgado en las personas analfabetas; quiere decir que hay menos conexiones nerviosas y eso provoca que funcione de manera diferente el cerebro”, informó.
En su conferencia “El efecto de la lectura sobre el cerebro”, la investigadora explicó que hay diferencias cerebrales entre personas alfabetas y analfabetas relacionadas con el funcionamiento cognitivo, aunque esto no quiere decir que unos sean más inteligentes que otros, sino que unos pueden desarrollar más sus habilidades.
“Saber leer nos permite hacer un manejo secuencial en nuestra vida (seguir pasos específicos para hacer algo), y los analfabetos tienen dificultad de hacer este manejo secuencial, incluso el hacerlo con las manos les cuesta trabajo; incide en la posibilidad de hacer cálculo y procesamiento numérico”, abundó Matute Villaseñor.
Recordó que en México hay personas que tienen un nivel nulo de lectura, lo que no significa no saber leer, más bien no saben interpretar y procesar la información que leen. Muchas instituciones miden la capacidad de lectura por el número de libros que una persona consume al año, como si fueran alimentos; o cuántos libros son editados o las competencias lectoras que tienen los niños que se enfocan en la precisión y la velocidad.
Explicó que para favorecer la maduración del cerebro no es importante cuántos libros lee una persona al mes, o qué tan rápido lo haga, sino la manera en cómo lo hace y procesa el contenido, sin importar cuánto tarden.
“No queremos que las personas compren más libros, sino que la lectura tenga beneficios y ayude a las personas a formarse para transformar su mundo, y no sólo consuma textos; porque leer le ayuda a desenvolverse social e intelectualmente”, sentenció.
El Encuentro de Promotores de Lectura continuará este miércoles con conferencias, talleres y mesas de debate en el salón Enrique González Martínez de Expo Guadalajara.
Atentamente
“Piensa y Trabaja”
Guadalajara, Jalisco, 3 de diciembre de 2019
Texto: Mariana González
Fotografía: David Valdovinos
Leer moldea el cerebro y beneficia los procesos cognitivos
Doctora Esmeralda Matute Villaseñor participó en el Encuentro de Promotores de Lectura, en la FIL
Etiquetas: