De los siete a ocho mil medicamentos que existen en el mercado en México, únicamente alrededor de mil 500 cuentan con su registro sanitario y estudios de bioequivalencia y disolución, mientras que tres mil más iniciaron los trámites y estudios correspondientes pero no los han concluido, informó el coordinador de la licenciatura de Químico Farmacobiólogo de la UdeG, César Cortés Álvarez.
“Los medicamentos están en el mercado porque pasaron las pruebas de farmacopea, pero la autoridad no ha entendido que además de estas pruebas tienen que hacerse, como desde hace 30 años en Estados Unidos, pruebas de intercambiabilidad, biodisponibilidad y equivalencia”.
Cortés Álvarez agregó que la población puede asegurarse de que está adquiriendo un medicamento genérico con calidad biofarmacéutica cuando en el empaque esté indicada la denominación GI (Genérico Intercambiable) y comentó que los medicamentos innovadores tienen calidad, pero no se han hecho pruebas en mexicanos.
El Laboratorio de Investigación y Desarrollo Farmacéutico (LIDF) de la UdeG, uno de los 30 que existen en el país, es un laboratorio tercero autorizado para estudios de disolución. Además, actualmente se encuentra en trámite el permiso para realizar las pruebas de bioequivalencia, informó la jefa del Laboratorio, Rocío López Roa.
Este tipo de laboratorios requieren de una inversión de alrededor de un millón de dólares y son clave para demostrar la intercambiabilidad de los medicamentos, sumado a que los estudiantes de la licenciatura en QFB de la UdeG son beneficiados con esta tecnología de punta.
Por otra parte, una de las líneas de investigación del LIDF es en torno a pruebas de tipo genómico en mujeres con cáncer de mama. La investigadora del Departamento de farmacología del CUCEI, Adriana Macaria Macías, explicó que el proyecto piloto realizado en coordinación con el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT) y el sector salud a través del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), se encuentra en la fase de recolección de muestras de pacientes, con el fin de desarrollar perfiles genéticos.
“Si se realizara un perfil de tipo genómico a las mujeres con cáncer de mama, los gastos se reducen hasta en un 50% y además se le brinda al paciente mejor calidad de vida”.
Guadalajara, Jal., 24 de marzo de 2010.
Texto: Wendy Aceves
Fotografía: CUCEI
Edición de noticias: Lupita Cárdenas Cuevas