La demanda de profesionales en México se perfila por la tecnología e innovación y, por ello, las universidades deben poner énfasis en estas áreas, señaló el doctor José María Nava Preciado, director de Educación Media Superior de la Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología (SICyT) de Jalisco.
El funcionario ofreció una conferencia invitado por el Departamento de Lenguas Modernas del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH), en la que enfatizó que la educación se ha modificado gracias a los avances tecnológicos.
Explicó que el 70 por ciento de los empleadores en México afirman que requieren de un talento diferente al que actualmente forman las universidades.
“En las tecnologías, en este momento, se necesitan jóvenes. Por eso se dice que en México hacen falta ingenieros. Vemos también que hay mucho extranjero en el área, y eso significa que no estamos formando a los jóvenes en lo que requieren las empresas. Estos escenarios nos hacen preguntarnos cuál sería el papel de la educación superior en la juventud. No estamos formando en las competencias que el joven requiere para enfrentarse al mundo”, reflexionó.
Nava Preciado subrayó que las prácticas docentes siguen siendo convencionales, a pesar de que los jóvenes resuelven sus necesidades cotidianas por medio de dispositivos móviles y, por tanto, las aulas se vuelven espacios ajenos a esta realidad social.
Monólogos de dos horas por parte de profesores, o incluso los dictados, son prácticas docentes caducas que generan rechazo en los jóvenes. Sin embargo, utilizar las nuevas tecnologías sin orientación puede resultar contraproducente para ellos, consideró.
“Las universidades forman conciencia crítica y social, y responsabilidad en los jóvenes; esto se da por la socialización entre pares y contacto con los profesores. Si el alumno no tiene este contacto, será un joven un tanto autista en el sentido de que no reconoce el juicio del otro. La escuela tiene la ventaja de que puedes escuchar al otro, lo que enriquece las perspectivas. Necesitamos chicos que manejen las tecnologías, pero también con conciencia ética, y eso sólo lo da la universidad”, enfatizó.
La UdeG, en cuanto a sus objetivos institucionales, es ejemplo respecto a dónde se debe caminar en la educación del Siglo 21.
“La Universidad de Guadalajara es muy rica en sus prácticas educativas y esfuerzos. Hay institucionalidad y conciencia, son elementos básicos que pueden ayudar a conseguir objetivos. Sé que se necesita mucho dinero para infraestructura y cobertura, pero también hay cuestiones que tienen que ver con la calidad, y ahí se requiere que los profesores cambiemos las prácticas educativas, lo que en el campo reflexivo individual de los docentes. Los profesores tenemos que ser más imaginativos”, concluyó.
A T E N T A M E N T E
"Piensa y Trabaja"
Guadalajara, Jal., 8 de febrero 2017
Texto: Julio Ríos
Fotografía: Gustavo Alfonzo