La Universidad de Guadalajara en 89 años de vida contemporánea –que cumple el próximo 12 de octubre– tiene importantes significados en los ámbitos social, político, económico y cultural.
El Rector General, maestro Itzcóatl Tonatiuh Bravo Padilla, ha destacado “la rica tradición histórica de la UdeG, su importancia para el Occidente del país y como la segunda institución en el ámbito nacional”. Ha resaltado que las universidades “simbolizan el mayor de los bienes públicos de la historia de México”.
Su refundación en 1925, en el marco del estado producto de la Revolución Mexicana y por iniciativa del gobernador José Guadalupe Zuno, ha marcado sus características ligadas “al artículo tercero constitucional para que los jóvenes pudieran tener acceso a la educación superior. Se reabrió como una institución responsable de las funciones sustantivas de investigación, docencia, extensión y difusión de la cultura”.
Para el doctor Adrián Acosta Silva, coordinador de la Unidad de Educación del Centro de Estudios Estratégicos para el Desarrollo (CEED), la existencia de la UdeG tiene importantes significados; “la escolarización de una parte importante de la sociedad que hasta antes de 1925 no podía acceder a este nivel de estudios y la movilidad ascendente, sobre todo para clases medias urbanas y rurales que se han incorporado por varias generaciones”.
“Ha hecho las más grandes aportaciones al desarrollo científico y tecnológico de nuestra entidad”, agregó Acosta Silva. Tiene también “una enorme influencia en la constitución de lo que se podría denominar el capital cultural de Jalisco”. La Universidad, precisó, “continúa siendo la institución de educación superior y cultura más importante de Jalisco; conserva una centralidad indiscutible en la vida económica, política y cultural”.
“Tres fuerzas fueron las que influyeron para la reintegración de la UdeG”, explicó el profesor de la Escuela Preparatoria 5, Juan Real Ledezma. Aunque había escuelas de educación media superior y superior existía la necesidad social de contar nuevamente con una universidad (tradición que se tenía en Guadalajara desde la época virreinal, al tener la segunda universidad fundada en el país), las reuniones de artistas e intelectuales del Centro Bohemio del que Zuno fue uno de los fundadores y la conferencia del ingeniero Juan Salvador Agraz sobre el proyecto de fundación de una universidad en Guadalajara.
Su organización tuvo además aspectos “vanguardistas e igualitarios”, afirmó, ya que para ello el gobernador Zuno convocó a una “comisión multidisciplinaria –de más de diez personas– integrada por los directores de las escuelas, y segmentos de la sociedad –que en ese entonces no tenían derecho al voto–, dos mujeres (profesoras) y dos sacerdotes católicos (hombres de ciencia)”.
El día de la inauguración, el 12 de octubre de 1925, agregó, “fue un gran día para Guadalajara, la gente estaba contenta porque recuperó a la universidad después de 65 años de no tener una institución como tal”.
A T E N TA M E N T E
“Piensa y Trabaja”
“Año del Centenario de la Escuela Preparatoria de Jalisco”
Guadalajara, Jal., 9 de octubre 2014
Texto: Lucía López
Fotografía: Abraham Aréchiga