Los proyectos que empresas y gobierno desarrollan en comunidades indígenas, lejos de favorecer a estos pueblos solo han enriquecido a unos cuantos, sobre todo a multinacionales, pues los patrones de negociación han sido el engaño, la exclusión y la represión, afirmó el arquitecto Jaime Martínez Veloz, comisionado para el Diálogo con los Pueblos Indígenas (CDPI), por parte del Gobierno federal, al participar como ponente en el segundo ciclo de conferencias Ciudad Siglo 21 (CS21), cuyo tema central es “Las ciudades: procesos de transformación social y cultura democrática”.
Las comunidades indígenas y ejidales representan un estorbo para los interesados en impulsar proyectos económicos en sus territorios; se niegan a verlos como socios y no encuentran cómo darles la vuelta, reprimirlos o hacerlos a un lado.
En México más de 35 millones de hectáreas tienen concesiones vigentes, con problemas serios frente a las comunidades indígenas. Uno de los argumentos para descalificar las decisiones de los pueblos indígenas de participar en la discusión de los proyectos que se quieren implementar en sus territorios –por ejemplo, explotar una mina–, es que se oponen al progreso y al desarrollo. El arquitecto detalló que para obtener un metro cúbico de oro se requieren mover 119 millones de toneladas de tierra, destrozar 400 hectáreas, miles de toneladas de cianuro y explosivos que dañan los mantos freáticos. “Me pregunto, ¿es el progreso al que tenemos que aspirar? A eso hay que agregar que 70% de la minería en México está en manos extranjeras. No dejan más que la contaminación”.
A T E N T A M E N T E
“Piensa y Trabaja”
“Año del Centenario de la Escuela Preparatoria de Jalisco”
Guadalajara, Jal., 11 de junio 2014
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Texto: Martha Eva Loera
Fotografía: Adriana González
Engaño, exclusión y represión reciben del gobierno y empresas los pueblos indígenas
El comisionado para el Diálogo con los Pueblos Indígenas (CDPI), por parte del Gobierno federal, participó en ciclo de conferencias CS21