La desaparición de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro (LyFC) y el interés por desaparecer al Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) pone al país en una situación peligrosa dadas las condiciones sociales que persisten en el mismo.
Académicos del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades coinciden en que liquidar a esta compañía es una embestida por parte del gobierno federal al sindicalismo mexicano, que pone de regreso en el escenario nacional la lucha de clases que originó el movimiento revolucionario en 1910
En rueda de prensa el doctor José Rojas Galván, investigador del Departamento de Estudios Sobre Movimientos Sociales de la UdeG, dijo que el presidente Felipe Calderón al favorecer al capital, está volviendo “a la lucha de clases, a la contienda de la clase obrera y el capital, a una situación que, conjuntamente con todo el esquema de conflictividad social que esta viviendo el país, realmente se vuelve bastante riesgosa”.
El profesor universitario señaló que las posibles soluciones a este conflicto radica en la posibilidad de echar para atrás el decreto presidencial de desaparición de LyFC mediante una invalidación por controversia constitucional en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, pero también mediante un verdadero diálogo entre el gobierno federal y el sindicato que incluya también a los académicos de diversas universidades, quienes pueden aportar soluciones.
Rojas Galván coincidió con el también investigador del movimientos sociales, doctor Jaime Tamayo Rodríguez, en que es momento de fortalecer el sindicalismo en el país a fin de evitar que los trabajadores se queden sin los mínimos derechos laborales.
“Los trabajadores del SME tienen un contrato colectivo bastante benéfico y ese es un mal ejemplo, desde la perspectiva del capital y del patrón-Estado, para otras empresas y sus trabajadores; por lo tanto, la idea es acabar con ese sindicato y que vayan a la baja los contratos colectivos, buscar la eliminación de la adquisición de derechos laborales para avanzar a la flexibilización, como ha sido la tendencia en el país”.
Tamayo Rodríguez aseguró que este conflicto, que dejará en la calle a más de 44 mil empleados y a sus familias, parte de supuestos falsos, pues el ejecutivo federal manipula a la opinión publica mediante los medios de comunicación haciendo creer que los trabajadores son culpables de la ineficiencia del servicio de energía eléctrica que la compañía ofrecía a la población.
El presidente hace creer que el contrato colectivo del SME es la causa de la ineficiencia, pero omite que en esa situación influyen también los órganos administrativos, la falta de recursos tecnológicos y de material de trabajo para responder a tiempo a las necesidades de la plata.
“Lo mismo ha pasado en otras ocasiones, en los intentos de privatización en la historia. A PEMEX, en algún momento, se le redujeron los recursos para mantenimiento y así generar condiciones sociales para su venta. Parece que es lo mismo que sucede ahora: se crean las condiciones para que liquidar a la compañía y abrir paso a la privatización del sector eléctrico”.
Guadalajara, Jal., 16 de octubre de 2009
Texto: Mariana González
Fotografía: Abel Hernández
Edición de noticias: LCC Lupita Cárdenas Cuevas