Con el objetivo de reflexionar en torno a las tensiones y paradojas que las universidades deberán de afrontar en el futuro y los problemas emergentes como la inequidad educativa y la disminución de la cohesión social, el Rector general de la Universidad de Guadalajara, Itzcóatl Tonatiuh Bravo Padilla, inauguró esta mañana el Seminario Internacional “Las universidades que América Latina podría tener”, que continuará mañana con la presencia de más de 40 académicos de una red formada por 30 equipos de instituciones de educación superior de 13 países de América Latina en el Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades .
En su discurso inaugural, Bravo Padilla señaló que tanto en México como en la mayoría de los países latinoamericanos, el sistema de educación superior margina a los sectores sociales con menores ingresos económicos; entre los que se encuentran los indígenas, los migrantes, los campesinos, los obreros, las mujeres y los jóvenes, lo que “plantea grandes desafíos a los gobiernos, sectores sociales y a las universidades, para trabajar de manera conjunta en mejores políticas públicas que impacten de manera positiva en nuestros sistemas de educación superior”.
“Necesitamos nuevas estrategias de ampliación de la cobertura desde una perspectiva incluyente hacia los sectores más vulnerables de la población, para disminuir la deserción, aumentar la eficiencia terminal, mejorar la calidad y la pertinencia educativas, mismas que contribuyan a aumentar las tasas de empleabilidad de nuestros egresados. Requerimos políticas que nos otorguen certidumbre financiera; que favorezcan mayor vinculación universidad-sociedad-gobierno; y que impulsen la investigación pertinente orientada a la resolución de problemas sociales”.
Otro aspecto importante a resolver en conjunto ―subrayó Bravo Padilla―es superar el círculo vicioso que reproduce y ensancha las brechas sociales. Tal como lo ha estipulado el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), “la desigualdad se transmite de una generación a otra debido a que su intensidad y persistencia se combinan con una baja movilidad social. Lo anterior implica diseñar políticas a partir del reconocimiento y aceptación de la diversidad étnica, social y cultural de los latinoamericanos. La educación debe recuperar su papel como factor de movilidad social”.
El coordinador general de la Red Iberoamericana de Investigación en Políticas Educativas, Antonio Teodoro, señaló que esta red, desde el año 2000 tiene como objetivo discutir los puntos clave de la transición de la universidad pública para resolver las vicisitudes de la era posmoderna: pluralidad de saberes, descrédito en las instituciones, precariedad del empleo y emergencia de movimientos sociales de jóvenes que demandan educación y puestos de trabajo. “El saber es principio de justicia, equidad y cohesión social. La universidad no debe ser elitista, sino debe servir para hacer una sociedad más justa”.
Destaca para mañana el panel titulado: “Los retos de transformación de las universidades para la Equidad. Políticas y gestión institucional”, a cargo del rector del CUCSH, Pablo Arredondo Ramírez, y el rector del ITESO, Juan Luis Orozco Hernández, S.J. La entrada es gratuita.
Guadalajara, Jal., 15 de abril de 2013
Texto: Juan Carrillo Armenta
Fotografía: Abraham Aréchiga
Edición de noticias en la web: Lupita Cárdenas Cuevas