Hay muchos mitos en torno a las drogas

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Los efectos dependen de las creencias sociales

Uno de los errores que cometen los gobernantes es que cuando hay un crimen, en lugar de hacer una investigación como se debiera, en lugar de aplicar la ley y tener fuerzas de seguridad profesionalizadas achacan que la víctima estaba metida en el narcotráfico o era un criminal. De esa manera se crean categorías sociales que ya no necesitan explicación.
 
Lo anterior afirmó el historiador y periodista sinaloense Froylán Enciso, durante el taller Narcotráfico en perspectiva: Historia del narco y las drogas en México, desde la Colonia hasta nuestros días organizado en el marco del VIII Encuentro Internacional de Periodistas organizado por la Dirección General de Medios de la Universidad de Guadalajara.
 
Señaló que se ha creado una mitología en torno a las drogas y su tráfico ilegal que lleva a la gente a relacionarlas con cualquier hecho violento. Lo cual no es necesariamente cierto. Por su parte, “los periodistas un poco estamos aferrados a la narrativa de policías contra criminales, porque es muy fácil de entender para el lector y no exige mucha inteligencia de nuestra parte”.
 
“Contar esas historias de buenos contra malos es lo más fácil y rápido, pero también crean un espiral de violencia y nos divide como sociedad, en lugar de vernos como personas, nos empezamos a ver como partes de grupos”, dijo.
 
El tallerista se manifestó en pro de una educación sobre las sustancias que son consumidas. La ilegalidad de las drogas provoca violencia, señaló.
 
Con las drogas ocurre algo similar a la educación sexual en los años sesenta. Los mensajes en la escuela y los medios de comunicación publicitaban no tener relaciones sexuales antes del matrimonio. Situación similar pasa con las drogas. “Constantemente se repite que no deben ser consumidas, cuando la realidad es que es muy frecuente que estén a nuestro alrededor”.
 
Explicó que no se puede tener una definición cerrada acerca de las drogas. Hay que tomar en cuenta factores como la predisposición social y fisiológica de cada persona, lo que ayuda a no criminalizar a los consumidores y no caer en estereotipos. Cada consumidor es diferente.
 
“La predeterminación social que se tiene para con las sustancias define de muchas maneras la experiencia que la gente tiene con éstas. Es lo que llaman efecto placebo”. Hay especialistas en farmacología que afirman que el efecto de una droga está determinado socialmente.
 
Una de las definiciones de droga es una sustancia que altera el estado de conciencia. Bajo este concepto pueden ser drogas el café, té, algunos refrescos, incluso el chocolate y el azúcar. “Si yo decido que un aparatito me da placer en la mano y eso altera mi manera de pensar, ese aparatito será considerado una droga bajo esa definición”.
 
“Entonces quizás no es posible definir una droga por sus atributos, ni siquiera por sus efectos fisiológicos, sino que es una construcción social que hacemos las personas cuando tenemos experiencias y las compartimos con los otros”, dijo Enciso.
 
Uno de los mitos de la heroína es que con una dosis la gente se vuelve adicta fisiológicamente, lo cual no es necesariamente cierto, depende mucho de la predisposición que se tenga. “No estoy diciendo que eso defina a la droga, sino que es importante tenerlo en consideración”.
 
El taller Narcotráfico en perspectiva está incluido dentro de un ciclo de talleres dirigidos a estudiantes del último semestre de periodismo o comunicación, así como jóvenes periodistas con experiencia mínima de tres años, que se desenvuelven en la radio, televisión o prensa escrita.
 
Narcotráfico en perspectiva reunió a jóvenes de la Universidad Nacional Autónoma de México, la Universidad de Guadalajara, la Universidad Veracruzana, así como periodistas de distintos estados del país.
 
Guadalajara, Jal., 30 de noviembre de 2012
Texto: Martha Eva Loera
Fotografía: Abraham Aréchiga
Edición de noticias en la web: Lupita Cárdenas Cuevas