La construcción del macrolibramiento en la zona del bosque La Primavera por parte del gobierno estatal tendría impactos severos a la salud de la población de la zona metropolitana de Guadalajara, afirmó la especialista en salud ambiental de la Universidad de Guadalajara, Ruth de Celis.
La académica explicó que una disminución en la masa boscosa y en las áreas verdes incrementaría el riesgo de que la ciudadanía no sólo de las colonias cercanas, sino de toda la ciudad desarrolle enfermedades de las vías respiratorias y hasta cáncer de pulmón o de colon.
“Los árboles y las plantas tienen la capacidad de retener las partículas contaminantes suspendidas en el aire, que suelen transportar bacterias y microorganismos que al respirarlos o deglutirlos nos pueden causar alergias y cáncer de pulmón o de colon”, aseguró.
Estas partículas pueden ser fácilmente retenidas por la corteza de los árboles y las moléculas de humedad en las hojas de sus copas o de otras plantas que cohabitan en el bosque. De desaparecer una parte de ellas, la ciudad perdería también un área que puede filtrar el aire contaminado que producen los automóviles, las fábricas y la quema de madera y otros organismos hechos de carbono.
La profesora de la maestría en Salud Ambiental que se imparte en los centros universitarios de Ciencias de la Salud y Biológicas y Agropecuarias, detalló que también los organismos vegetales tienen la capacidad de regular el carbono ambiental que disminuye la contaminación por gases y estabilizan al clima. Entre más masa de árboles haya, el clima tiende a ser más templado.
“El sistema inmunológico de los seres vivos deja de funcionar adecuadamente cuando hay cambios de temperatura drásticos y si la ciudad no cuenta con suficientes áreas verdes, hará picos de frío o calor muy altos y con ello una alta posibilidad de enfermedades respiratorias y menores defensas para que el cuerpo desarrolle otro tipo de cánceres en sistema digestivo, piel y vías respiratorias”.
“El hecho de que la gente no se muera no quiere decir que esté bien, es un caso extremo. Es importante garantizar la salud de las personas, tener población sana y que viva en un lugar que esté ecológicamente armonioso. No hemos aprendido la lección de países desarrollados que deterioraron áreas naturales y ahora las privilegian. Aunque planten nuevos árboles, no tendrá la misma función que los grandes que tiran, tendrá que pasar mucho tiempo para que puedan aportar al medio ambiente”, concluyó.
Guadalajara, Jal., 21 de marzo de 2012
Texto: Mariana González
Fotografía: Internet
Edición de noticias en la web: Lupita Cárdenas Cuevas