En el censo de 2000 había 1.6 millones de emigrantes mexicanos que se iban a Estados Unidos, de los cuales regresaban 285 mil. En el censo del 2010 hay 1.1 millones de mexicanos que se fueron y 351 mil que regresaron, “es decir, disminuyó el número de connacionales que se fueron al otro lado y aumentó el número de los que regresaron”, señala la profesora investigadora del Departamento de Estudios Regionales (INESER), del Centro Universitario de Ciencias Económicas y Administrativas, de la UdeG, Patricia Noemí Vargas Becerra.
Agregó que esto es una tendencia general, pues al contrario de los nacimientos y defunciones, que son números más exactos, no hay sino tendencias generales que describen este fenómeno, “pero si encontramos esta tendencia: mientras de 1995 al 2000 17 por ciento de los connacionales regresaban al país, del período del 2005 al 2010 la estadística se incrementó hasta alcanzar 32 por ciento, 10 por ciento de éstos son niños y más del cincuenta por ciento retornan a cuatro estados: Jalisco, Michoacán, Estado de México y Guanajuato”.
”Los migrantes se mueven por una red familiar y amigos, e irse le implica un alto costo para decidir emprender la aventura. Entonces, si saben que no hay posibilidades de encontrar trabajo, como viene sucediendo desde los últimos años, no van a arriesgarse a gastar un capital que no saben si lo van a recuperar. La discusión principal en torno a estos factores gira sobre la situación económica de Estado Unidos, los riesgos de movilización que hay en los estados fronterizos y a los endurecimientos que hay en la frontera”.
Vargas Becerra subrayó que esto también trae un incremento en la presión sobre el mercado laboral en México. “Es decir, la población que antes optaba por irse demandará empleo, y los jóvenes opciones de estudio y preparación, así como en general sobre todos los servicios que debe prestar el Estado mexicano. Esa presión de empleo se liberaba con los muchos que se iban al extranjero, pero vemos que eso no sucede, pues menos se van y más se regresan”.
“Así que si el abanico de oportunidades que brinda el gobierno para que tengan un buen trabajo y una buena escuela está disminuido, se les puede abrir la oportunidad en el crimen organizado. Quizá por eso vemos en las noticias a sicarios jóvenes. Porque ¿qué van a ser esos miles de connacionales que no tienen trabajo ni estudios?
Guadalajara, Jal., 11 de julio de 2011
Texto: Juan Carrillo Armenta
Fotografía: Internet
Edición de noticias: Lupita Cárdenas Cuevas
Aumentó de 17 a 32 por ciento el número de emigrantes que regresan a México
Se van menos y regresan más mexicanos de Estados Unidos, sobre todo a estados como Jalisco