¿Acaso les gusta ser naranjas? Cuestionó la profesora del Instituto Tecnológico Autónomo de México, Denise Dresser, a estudiantes en la UdeG. En México, aseguró, hay un “acuerdo tácito” que beneficia a ciertos sectores, pero que convierte a los ciudadanos en naranjas a través de la extracción de sus recursos.
Con frecuencia, agregó en el Paraninfo Enrique Díaz de León, se repite que el problema de nuestro país es la falta de consensos. Si lo hay, uno entre políticos, empresarios, líderes sindicales, gobernadores, enfocado a no cambiar y no disminuir las tajadas del pastel que muchos sectores reciben.
“Los partidos, con su presupuesto blindado de 3 mil 12 millones de pesos, los empresarios, con sus altas barreras de entrada a la competencia y sus reguladores capturados, y sus diputados comprados, y sus ejércitos de contadores, para eludir impuestos, pero eso sí, siempre en el marco de la ley”, agregó durante el arranque del II Congreso Internacional de Jóvenes Universitarios, organizado por la UdeG y la UNIVA, a la que asistió el director de la Cátedra de la Juventud UdeG, Tonatiuh Bravo Padilla.
La politóloga lamentó la prolongación del pacto, el cual es inequitativo en tanto que concentra la riqueza en pocas manos; ineficiente, porque inhibe el crecimiento económico y acelerado; además de autosustentable, pues sus beneficiarios no lo quieren alterar.
Durante su conferencia “¿Y yo qué puedo hacer? 10 propuestas para cambiar a México”, dijo que esto ocurre ya que el sistema político electoral no fue construido para representar a los ciudadanos, sino para asegurar la rotación entre las élites partidistas y tampoco se les obliga a rendir cuentas.
La también columnista y escritora, dirigiéndose principalmente a un auditorio joven y muy atento, subrayó que a México le falta remodelar su democracia para que funcione desde y para la ciudadanía, por lo que la participación los habitantes del país será crucial para resolver éstos y otros problemas pendientes.
Denise Dresser aseguró tajante: “si quieren transformar esta realidad que los ha convertido en naranjas, van a tener que pelear por hacerlo”.
Planteó que es necesario discutir la apertura de los medios, el financiamiento a los partidos, la desaparición del fuero, las acciones colectivas, el fortalecimiento de los órganos autónomos, y todo aquello que le permita a los mexicanos proteger sus derechos.
“Estoy aquí para recordarles que el silencio, el estoicismo, la resignación, la complicidad y la impasibilidad histórica de tantos mexicanos, explican por qué este país tan majestuoso ha sido tan mal gobernado”, dijo.
Concluyó que el oficio del buen ciudadano incluye la lectura, levantar la voz, criticar, proponer, actuar en aspectos tan simples como “recoger la basura fuera de la casa” y organizarse. “Un buen ciudadano busca mantener vivas las esperanzas eternas, de verdad y justicia, en un sistema político, que todos los días se burla de ellas”.
Guadalajara, Jal., 6 de abril del 2011.
Texto: Eduardo Carrillo
Fotografía: Adriana González
Edición de noticias: Lupita Cárdenas Cuevas
México, presa de un pacto que "exprime" a los ciudadanos
Denise Dresser invitó a los jóvenes a leer, organizarse y ser críticos
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