La creación del Parlamento de Jóvenes Tapatíos implementado por el Ayuntamiento de Guadalajara es una iniciativa que, si bien resulta un paso adelante en la inclusión de la solución a los problemas de la comunidad, se queda corta ante las necesidades actuales de este sector de la población.
La especialista en temas de juventud y académica de la Universidad de Guadalajara, María Antonia Chávez Gutiérrez, señaló que el hecho de que el Ayuntamiento esté tomando en cuenta a los jóvenes y sus opiniones es positivo, aunque dicho parlamento debería escuchar las voces de todo tipo de grupos y no sólo de quienes cumplen ciertos requisitos.
“Lo que podríamos cuestionar es la forma en cómo eligen a sus integrantes, pues una instancia de esta índole debería garantizar la inclusión de representantes de las comunidades indígenas, la comunidad lésbico gay y a quienes tienen capacidades diferentes, que son los que están más marginados y abandonados", indicó.
El Parlamento, que fue instalado el diciembre pasado, lo conformarán 80 jóvenes, quienes durante dos años representarán a tres sectores de la población, a saber el universitario, económico y la sociedad civil. Presentarán iniciativas, que serán apoyadas por Instituto Municipal de Atención a la Juventud y propuestas al Cabildo para su evaluación y aprobación.
La investigadora del Departamento de Desarrollo Social de la UdeG señaló que a pesar de que fueron los propios jóvenes un peso decisivo en la elección de la actual administración municipal, a éstos “los han dejado fuera completamente”.
“Aunque contrataron a algunos jóvenes para que la administración presentara ese rostro juvenil, fuera de la administración municipal, no están siendo ni siquiera considerados para mejorar sus condiciones laborales con prestaciones y trabajos dignos o para solucionar otro tipo de problemas”, evidenció Chávez Gutiérrez.
Además de integrar este tipo de iniciativas, las autoriades municipales y también estatal, deberían evaluar las necesidades de la población juvenil y responder a ellas, señaló la universitaria.
“Tenemos que ubicar primero lo que ellos requieren. Les ofrecemos empleo pero muchos de los puestos no responden a lo que ellos han sido preparados. Los limitamos a desempeñarse en las franquicias, a los restaurantes de comida rápida o como meseros en los bares; trabajos que ni siquiera están avalados con los derechos mínimos laborales, pues son sin contrato, sin prestaciones, o con pagos en especie y con salarios ridículamente bajos”, indicó.
Chávez Gutiérrez afirmó que por el contrario, esta plataforma municipal no está aún clara en sus objetivos, ni hacia donde se dirigirá. ”Si no tienen estrategias ni manera de evaluarlas con la misma población que se va a beneficiar, este tipo de iniciativas están destinadas a fracasar”, concluyó.
Guadalajara, Jal., 20 de enero del 2011.
Texto: Mariana González
Fotografía: Francisco Quirarte
Edición de noticias: Lupita Cárdenas Cuevas