El arquitecto español (Palencia, España, 1954), Javier Rivera Blanco, recibió esta tarde el premio ArpaFIL 2010 de manos del Rector general de la Universidad de Guadalajara, Marco Antonio Cortés Guardado, por su destacada labor como historiador y teórico de la arquitectura y la restauración, en el marco de la XXIV Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL).
Durante su intervención, Rivera Blanco mencionó lo importante que resulta para nuestros tiempos la conservación del patrimonio cultural como fuente de identidad para los habitantes de cualquier ciudad, ya que es una fuente inagotable de recursos, ingresos y bienestar social. “Los hombres libres salvan el patrimonio; los salvajes lo destruyen, dijo.
“El escritor mexicano (José) Emilio Pacheco, durante su intervención al recibir el premio Cervantes, señaló que los escritores pertenecían a una especie de orden mendicante. Quienes nos dedicamos a la conservación, somos un poco misioneros, para hacer llegar lo mejor a las futuras generaciones, ya que tenemos derecho a un patrimonio común. El filósofo español José Ortega y Gasset mencionó que el progreso no significa destruir el pasado sino recoger del ayer todo lo que pueda formular un presente y un futuro mejor”, recordó.
Le correspondió al presidente de la FIL, Raúl Padilla López, hacer mención de algunos de los logros del homenajeado de esta tarde, premio que desde 1995 es entregado a los arquitectos más sobresalientes, en que destacó de Rivera Blanco ser “experto en restauración y conservación arquitectónica. Él juzga erróneo que los pueblos disminuyan los aportes económicos para la restauración y conservación del patrimonio, y ha dicho que lo peor es el abandono de los recintos, por lo que sugiere volver a utilizar los recintos antiguos, una vez restaurados”.
Rivera Blanco es licenciado (1978) y doctor en Historia del Arte (1982), miembro de numerosas instituciones, como la Real Academia de San Fernando, la Real Academia de Valladolid, la Academia das Belas Artes de Portugal y de Icomos–UNESCO, así como del Consejo Asesor de la Fundación del Patrimonio Histórico de Castilla y León.
Aunque es fundamentalmente historiador y teórico de la arquitectura y la restauración, la práctica lo ha llevado a participar en grupos y equipos de restauración o a dirigir planes directores, como el del Palacio Real de Valladolid, la Casa de Berruguete de la misma ciudad, las ideas para la conservación de la ciudad romana de Tusculum, en Italia, y otros proyectos en Madrid y en el País Vasco.
Guadalajara, Jal., 3 de diciembre del 2010
Texto: Juan Carrillo Armenta
Fotografía: Abel Hernández
Edición de noticias: Lupita Cárdenas Cuevas