Salarios precarios causan avances en equidad de hombres y mujeres
La precarización de los salarios y los cambios socioeconómicos en México han contribuido de manera forzada, en la equidad entre hombres y mujeres, afirmó el maestro Alfonso Hernández Rodríguez [1], investigador del Centro de Estudios de Género [2], del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH) [3], quien impartió una conferencia dentro del seminario “Los dividendos del género”, en la sala de juicios orales Mariano Otero [4].
Explicó que el sueldo de un profesionista no alcanza, en muchas ocasiones, para una familia conformada por la pareja y dos o tres hijos, de ahí que las mujeres tengan que integrarse a un trabajo remunerado.
Una de las ganancias de esto es que es cada vez más obsoleta la idea de que las niñas deben hacer determinadas tareas domésticas, y los niños no. Ahora, uno de los retos, es educar a los niños y niñas con la idea de que estos quehaceres tienen que ser realizados desde la corresponsabilidad, donde a cada persona que habita una casa le toca realizar alguna tarea. “Debe eliminarse la idea de que se hace una concesión a las mujeres y que los hombres sólo ayudan, lo que depende de la voluntad, de si quieren o no quieren, subrayó”.
Continúa vigente en México la creencia social de que los hombres son proveedores, cuando “la mayoría son medio proveedores o que menos que eso”.
La mujer ha avanzado en el control de su propio cuerpo, tiene acceso al trabajo remunerado y en reducida proporción, a puestos gerenciales y de elección popular. Sin embargo, en promedio, ellas trabajan en México alrededor de 30 por ciento más que los hombres, en promedio y en algunos casos más. En ese sentido, ellas han cambiado, en muchos casos, a beneficio de los hombres.
Señaló que a pesar de los avances todavía prevalecen actitudes machistas que deben ser erradicadas. Los padres y madres todavía piensan que debe de haber diferencias entre sus hijas e hijos a la hora de otorgarles permisos para salir. “Hay temor de que algo negativo les suceda”.
Hay mujeres mexicanas que están condicionadas a no atreverse a tomar riesgos como consecuencia de los temores que les infunden los padres, con base en la creencia de que son más débiles y proclives a ser víctimas de la violencia.
A T E N T A M E N T E
"Piensa y Trabaja"
Guadalajara, Jal., 1 de septiembre de 2016
Texto: Martha Eva Loera
Fotografía: Jorge Alberto Mendoza