Adriana Torres Valencia

  • Psicóloga y académica del Centro Universitario de la Ciénega, recibió el premio estatal que otorga el Colegio Estatal de Psicólogos en Intervención de Jalisco, A. C.
    Foto: Jorge Alberto Mendoza

    Por Mariana Recamier
    16 Junio 2014
    Por su trayectoria y ejercicio profesional en la psicología, Adriana Berenice Torres Valencia, académica del Centro Universitario de la Ciénega (CUCiénega), recibió el Premio estatal de psicología que otorga el Colegio Estatal de Psicólogos en Intervención de Jalisco, A. C.
    Torres Valencia está agradecida con su Alma mater, la Universidad de Guadalajara, por brindarle la mejor preparación, la cual le permitió desempeñarse con ética en su ejercicio profesional.
    El premio la motiva para continuar con sus proyectos, en la búsqueda de regenerar el tejido social a través de su labor como psicóloga.
    ¿Qué representa para usted este reconocimiento?
    Representa la oportunidad de recapitular mi trayectoria. Inicié haciendo terapia más o menos a los 20 años, recién egresada de la carrera. Desde ese tiempo ha sido una constante lucha en el sentido de la preparación profesional y también de buscar el ejercicio ético de mi profesión. Me hizo remembrar cómo inicié y las personas que estuvieron en ese momento para guiarme. Mi familia apostó para que yo fuera una profesionista. También representa a los maestros y maestras en los que vi un ejercicio ético de la psicología. En este andar me ha tocado formar gente y acompañar a personas en el proceso terapéutico, pues ha sido siempre mi mayor preocupación tener un ejercicio ético y obtener los mejores conocimientos al nivel técnico y teórico para aliviar el sufrimiento humano.
    ¿Qué repercusiones tendrá en su carrera haber recibido el premio?
    Una repercusión a nivel moral. Realmente me obliga a establecer un mayor compromiso en el ejercicio de mi profesión. Es también un aliciente para seguirme preparando, porque hay momentos en los que piensa uno: ¿vale la pena tanto esfuerzo, vale la pena exigirse tanto? El premio me lleva a pensar en que vale la pena haber hecho la elección que hice, tanto de mi carrera como de ser congruente con este ejercicio ético de la psicología.
    ¿Cuáles son sus recomendaciones para las nuevas generaciones de psicólogos?
    A los alumnos les digo que una cosa es primero: revisarnos nosotros a nivel personal. Es importante ir tomando terapia para que revises tus situaciones personales, porque a veces éstas emergen con las historias, con el contexto en el que laboramos y no nos damos cuenta. La otra sería el que lean, que se preparen, porque algunos piensan que sólo es sentarte y platicar con la gente, y así los pacientes se van a curar o van a tener un cambio, pero no, deben exigirse un marco teórico fundamentado...
    ¿Qué papel juega la psicología en una sociedad como la mexicana?
    En nuestro país y en todos, la psicología debería estar enfocada a generar bienestar, no tanto a los problemas y a la enfermedad, como ocurre en el sistema de salud. Con estas nuevas formas de vida en nuestro país, terribles por la violencia y el caos que genera, la labor del psicólogo es importante. Un área en la que estoy incursionando a partir de mi tesis doctoral, precisamente, son las redes sociales, es decir, el apoyo para volver a articular el tejido social, volver a hacer prácticas para conectarnos como seres humanos. Creo que ésta sería una de las grandes respuestas para contrarrestar el malestar que estamos viviendo.
    ¿Cuáles son sus proyectos a futuro dentro de la psicología?
    Mi función ahora es formar recursos en salud mental, aprendices en terapia, tanto en especialidad como en licenciatura. Una de mis metas es empezar a hacer proyectos. Tengo un proyecto de un estudio psicosocial en Ocotlán y la correlación que existe entre estos problemas de violencia, adicciones (entre otros), con la falta de apoyo social. Ahora mi proyecto es empezar a hacer intervención comunitaria para rearticular el tejido social.