Vigilancia de los padres evita conductas de riesgo de adolescentes en redes sociales

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Es necesario un seguimiento, y propiciar la comunicación entre padre e hijo, advierte académica del CUValles

Entre mayor control, vigilancia y empatía haya por parte de los padres hacia los hijos, menores son las conductas de riesgo de los adolescentes al utilizar las redes sociales como Facebook o Instagram, afirmó la académica del Centro Universitario de los Valles (CUValles), de la Universidad de Guadalajara (UdeG), maestra Florencia Ambrosio.
 
“Cuando los papás dejan de controlar, dejan de tener una percepción de lo que los chicos hacen dentro de la plataforma, porque asumen que están más grandes, que se saben cuidar y no hay un legado sobre cómo cuidarse, los adolescentes cometen actos que los pueden poner en riesgo”, declaró.
 
Ambrosio realizó la investigación “Relación entre la percepción de los estilos parentales de crianza y las conductas de riesgo y protección en el uso de Facebook” entre adolescentes de secundaria, con edades de entre 12 y 15 años en Ameca, Jalisco, en la que constató que los padres de familia son importantes cuando se trata del uso de esta plataforma digital.
 
La también Coordinadora del Diplomado de Primeros Auxilios Psicológicos, explicó que el control parental es entendido como la imposición de reglas y límites claros desde los padres hacia los hijos, con la intención de propiciar una crianza óptima, una práctica que no es común entre muchos padres y madres.
 
Entre las conductas de riesgo que suelen tener los adolescentes están las de hacer amigos que no son parte de su círculo; hacer comentarios inapropiados para su edad, o subir fotografías sugerentes a los amigos, además de que no aplican los candados de seguridad de la red social y muchos tienen dos cuentas o perfiles, uno en el que están expuestos a los papás y la familia, y otro en el que interactúan con amigos y todo tipo de gente, explicó.
 
“Una de las cosas que pudimos concluir es que la realidad no es que con las redes sociales hay más riesgos, sino que éstos ya existían siempre, y ahora se sobredimensionan por la característica de la red social, que te permite estar en comunicación no con una, sino con 100 personas al mismo tiempo que no forman parte de un círculo cercano, ni de una red de apoyo, sino que incluso pueden dañar o cometer algún acto imprudente que pueda poner en riesgo al adolescente”, expresó Ambrosio.   
 
En las encuestas, los adolescentes de entre 14 y 15 percibían la forma de educar de sus padres con menos afectividad y comunicación, lo que la académica consideró como “peligroso”, ya que, por una parte, el papá o la mamá puede tratar de controlar la conducta de sus hijos, pero si no habla con ellos ni los deja expresarse, “no habrá ningún tipo de enseñanza para el adolescente”.
 
Estos chicos pasan al menos entre tres y cuatro horas diarias en la plataforma, es decir, en esta red social ocupan su tiempo libre y les sirve como esparcimiento; además de que la mayoría de ellos, sin importar la edad, la utilizan mayormente para estar en contacto con amigos y socializar, lo que sustituye sus relaciones de interacción con los demás.
 
Una buena parte de los entrevistados afirmó que, a pesar del uso de la red, tenían sentimientos asociados como aburrimiento y soledad, además de un interés por hacer nuevos amigos.
 
Aseguró que es común que estos sentimientos se deriven de que los papás están ausentes debido a cuestiones laborales, pero también a que cuando están presentes pasan mucho tiempo frente al teléfono celular.
 
La investigación fue presentada en el Seminario de Investigación en Comportamiento del CUValles, que se realiza cada mes con la intención de promover la investigación de objetos de estudio relacionados con las ciencias del comportamiento y las ciencias de la salud, a través de la discusión teórica y empírica entre investigadores, docentes y estudiantes.
 
 
A t e n t a me n t e
"Piensa y Trabaja"
Guadalajara, Jalisco,
16 de octubre de 2018
 
Texto: Prensa UdeG
Fotografía: Gustavo Alfonzo

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