Vandalización o retiro de esculturas históricas, consecuencia de una reflexión sobre su significado

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Especialistas debaten acerca de la remoción de monumentos y sus implicaciones sociales e históricas

Las esculturas son objetos de memoria que han sido objeto de vandalismo o remoción debido a una resignificación y reinterpretación histórica, coincidieron algunos investigadores este miércoles en el webinar “Remoción de monumentos históricos: ¿reescribiendo la historia?”, organizado por la Universidad de Guadalajara y Jalisco a Futuro, y transmitido por las redes sociales de esta Casa de Estudio y Canal 44.
 
La arquitecta y Directora del Taller Patrimonio y Metrópoli, doctora Ana Lucía González, dijo que es un buen momento para reflexionar acerca de por qué hemos puesto y por qué hemos quitado ciertos monumentos, y aseguró que, si ciertas estatuas se convierten en un objeto de odio o vandalización, es porque como sociedad “no hemos resuelto cosas fundamentales”.
 
La también especialista en la conservación del patrimonio dijo que un monumento es parte de nuestra historia común, “nos guste o no”, y está en la memoria, por lo que es importante tenerlos en el espacio público para recordar lo que representan y no repetirlo, o para saber cómo lo vamos a resolver. 
 
Recordó el movimiento “Glitter” de feministas, al que pertenecen restauradoras que buscan dar visibilidad al incremento de los feminicidios en México mediante la intervención de esculturas públicas, y que tiene que ver con cómo ellas significan lo que los monumentos representan.
 
La Directora de la División de Artes y Humanidades, del Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño (CUAAD), maestra Dolores Aurora Ortiz Minique, señaló que la escultura acompaña al hombre desde hace 30 mil años, mayoritariamente con un fin de celebración y culto, dado que son monumentos públicos, pero con el tiempo se han convertido además en objetos que guardan la memoria histórica.
 
Dijo que el monumento también es una experiencia visual que se realiza con un fin, aunque la gente es quien lo resignifica mediante su apreciación y le confiere un sentido de pertenencia. 
 
El profesor del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH), doctor Federico Ledesma Saldívar, explicó que de la reescritura o reinterpretación de la historia es que puede surgir la intención de remover los monumentos históricos, y recordó el caso de las estatuas de militares confederados del sur de Estados Unidos, quienes defendían la esclavitud y que fueron removidos por los propios ciudadanos tras la muerte del estadounidense afroamericano George Floyd, a manos de un policía.
 
El también abogado, sociólogo y filósofo detalló que, mientras colocar un monumento con significado histórico tiene que ver con el hecho que se busca rememorar y se hace en el momento en que hay un acuerdo o el poder de un grupo para ponerlo, retirarlo está relacionado con el futuro de ese pasado, y que quienes lo quitan han propiciado un diálogo con ese pasado, que suele ser violento. 
 
El investigador del CUCSH, doctor Diego Nápoles Franco, afirmó que las esculturas son símbolos representativos de grupos sociales que a través de la historia han vivido momentos importantes para la evolución de la humanidad y, ante ello, es necesario cuestionarse qué se está haciendo mal como sociedad para que las nuevas generaciones no se sientan identificados con éstas.
 
“Habrá que revisar con qué se están identificando las nuevas generaciones, y qué se está haciendo mal, qué se está descuidando en estas generaciones, porque desde hace tiempo se abandonó la educación cívica y por ese vacío se tiene la necesidad de recurrir a otros símbolos”, indicó.
 
El profesor del CUAAD, maestro Carlos Correa Ceseña, declaró que los monumentos no están por capricho, sino porque nos ayudan no sólo a identificarnos, sino a conocer a profundidad las ciudades.
 
“Conocer los monumentos históricos es poder ver cómo fuimos y somos formados. Agredimos a la ciudad, y en especial al arte y en particular a la escultura, las estatuas y la arquitectura, porque no nos gustan, además de porque hay una convicción casi posmodernista de destruir lo que existe porque es viejo; enjuiciamos a las esculturas desde el punto de vista ideológico, no las apreciamos en las características de su belleza o sus concepciones”, subrayó. 
 
Como cada edición de los seminarios virtuales de la UdeG, la sesión fue moderada por la analista y periodista Ivabelle Arroyo.
 
Todos los seminarios virtuales anteriores se pueden consultar en el micrositio http://www.webinars.udg.mx/
 
 
Atentamente
"Piensa y Trabaja"
"Año de la Transición Energética en la Universidad de Guadalajara"
Guadalajara, Jalisco, 28 de octubre de 2020

 
Texto: Mariana González-Márquez
Fotografía: Cortesía webinars UdeG