Universidades deben adecuarse a las necesidades del mundo global

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Presentan en FIL el libro “¿Qué universidades necesita el siglo XXI? Reflexiones a cien años de la Reforma de Córdoba”

Las universidades y el mundo han cambiado de forma acelerada en las últimas décadas, y  actualmente existe un número elevado de éstas, además de que la cifra de estudiantes está creciendo exponencialmente, lo que hace que una educación universal y de calidad sea una condición necesaria para disminuir las desigualdades y promover el desarrollo.
 
Este es uno de los aspectos que plantea el libro ¿Qué universidades necesita el siglo XXI? Reflexiones a cien años de la Reforma de Córdoba, coordinado por el Coordinador General de Cooperación e Internacionalización de la UdeG, doctor Carlos Iván Moreno Arellano y el doctor Pedro Pérez Herrero, de la Universidad de Alcalá, de España, presentado en la FIL.
 
La publicación expone que las universidades no deben de generar sólo a los profesionales que demanda el mercado, sino que su misión es, además, formar a ciudadanos con los valores democráticos de la solidaridad y el respeto a la pluralidad.
 
Moreno Arellano explicó que el libro reúne una serie de textos de diversos autores, producto de un coloquio organizado el año pasado y que aborda variados temas, así como cuestionamientos y críticas, teniendo como eje articulador la autonomía universitaria.
 
“Hay tres tendencias que ponen de manifiesto la urgencia de revisar este tema de la autonomía, concepto generado en 1918; la masificación de la educación superior y la universidad. Hoy la matrícula global es de 250 millones, y ha crecido más en los últimos 40 años que del siglo XII al XX. Esto nos lleva a ser más flexibles, e impulsar modelos de una educación modular, acorde con las necesidades de los profesionistas y ciudadanos”, señaló.
 
Argumentó que otro reto es el cambio tecnológico; las fuertes tendencias hacia la inteligencia artificial; la robotización y los dilemas éticos que eso implica. A esto se sumaría la inequidad, ya que la cuarta revolución industrial nos está llevando a tendencias en las que hay una redistribución de la riqueza, cada vez más inequitativa y sujeta a la tecnología.
 
“Esto está generando que quien tenga más tecnología puede acumular más riqueza de forma más rápida. En la educación superior se traduce en que las universidades cada vez son mejores, con más recursos y mejores profesores. Las que menos tecnología tienen, cada vez son más cuestionadas en su prestigio y actuar cotidiano”, aseveró Moreno Arellano.
 
Las universidades se han distanciado de las necesidades de los estudiantes. y se están formando profesionales con una serie de concesiones y modelos educativos que ya no funcionan, declaró Pérez Herrero.
 
“Quisimos que fuera un libro pequeño en tamaño y grande en ideas, porque hay una literatura grande sobre revisión de universidades, llenos de estadísticas, y hay muchos números y pocas ideas. La idea básica es que el mundo ha cambiado de forma increíble por muchas circunstancias. El mundo se ha globalizado, la economía es global, las ideas son globales y las universidades siguen siendo locales. Las universidades tiene que internacionalizarse”, subrayó.
 
Precisó que los retos para las universidades es que sean interdisciplinarias, funcionar con un planteamiento interdisciplinar y de forma internacional. La formación debe ser internacional, actuar de forma inteligente, no repetir lo que hacen otras y adecuarse a las exigencias.
 
La Coordinadora de Relaciones Institucionales de la UdeG, maestra Nadia Mireles Torres, dijo que los textos reunidos en el volumen dejan reflexiones que aportan para construir los nuevos quehaceres que la Universidad necesita para redirigir los esfuerzos.
 
“Uno de los temas que se abordan es la internacionalización, y hasta hace unos años se limitaba a movilidad. Pero, realmente, en lo global el nivel de estudiantes que se mueve es bajo, de 2 a 4 por ciento. Se demanda, además, internacionalización inclusiva para integrar y entender el mundo desde todas las áreas”, señaló.
 
Añadió que las universidades están obligadas a reinventarse, y la que no haga cambios en este modelo tradicional está imposibilitada a responder a los retos.
 
Destacó que casi 10 millones de empleos serán afectados por la automatización en las próximas dos décadas, y estos números invitan a reflexionar a las instituciones. 
 
 
A t e n t a m e n t e
“Piensa y Trabaja”
Guadalajara, Jalisco, 2 de diciembre de 2018

 
Texto: Laura Sepúlveda
Fotografía: Abraham Aréchiga