En atención a la población y en apoyo a personas de bajos recursos, el Centro de Servicios de Psicología Clínica para Adultos (Cesepcla) y el Centro de Servicios de Psicología Clínica para niños (Cesepclin) reabrieron sus puertas en el Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS), luego de año y medio de estar cerradas por obras de remodelación.
Estas clínicas, además de brindar servicios de salud mental, funcionan como formadoras de psicólogos y promueven, dentro de la comunidad universitaria, condiciones de salud mental.
“A partir de esta reapertura, estamos proyectando un trabajo grupal, un trabajo que implique un procesos de desarrollo creativo y humano de los niños y adolescentes, que potencie el desarrollo en el área emocional y conductual”, destacó María Guadalupe Covarrubias de la Torre, coordinadora del Programa de Atención Clínica para Niños y Adolescentes.
Por medio del modelo terapéutico del juego, los menores son tratados para mejorar el déficit de atención escolar o conductas violentas.
“Generalmente vienen derivados de la escuela, nos manda algunos señalamientos que tiene que ver con bajo rendimiento académico, desinterés, desmotivación por la escuela, y aspectos de conducta, donde los niños y jóvenes son rebeldes, no obedecen, no acatan la disciplina del salón”, explicó Covarrubias.
El tratamiento para niños y adolescentes, en promedio, puede durar de uno hasta tres semestres, dependiendo del problema mental que se diagnostique y del apoyo por parte de su familia.
“Con el niño y el adolescente es fundamental el trabajo de los padres participando activamente en las tareas e indicaciones que les den los psicólogos, no podemos desligarlo de la familia entonces es importante que los padres hagan cambios para mejorar el comportamiento de sus hijos”, recalcó.
Situaciones como duelos, pérdidas, cambios de domicilio, incluso de escuela, y que los padres pierdan el trabajo, requieren atención psicológica inmediata para apoyar esos cambios que ocurren en casa, agregó la doctora con 28 años de experiencia piscoterapia infantil.
Las clínicas cumplen 33 años dando servicio a los adultos y 32 a menores de edad, y en su etapa de reapertura, en paralelo con el 40 aniversario de la carrera de Psicología del CUCS, el proyecto de atención psicoterapéutica se reforma para ser compatible con el nuevo plan de estudios, que cuenta con un espacio de investigación, en el que participan 48 estudiantes que realizan prácticas en psicoterapia de adultos y niños.
Trabajan, además, dos líneas de trabajo de investigación, una en procesos de apego en la prenatalidad, y otra en indicadores positivos en salud mental: bienestar, resiliencia y habilidades socio- emocionales.
El proyecto de consultas grupales tiene como meta duplicar los mil 500 servicios de consultas que ofertaron las clínicas en 2016.
“Durante décadas, la psicología se había orientado hacia la enfermedad, hacia el déficit, pero si queremos que los individuos estén bien, tenemos que conocer qué es estar bien (…) las clínicas son el alma del departamento donde se puede aterrizar el aprendizaje de nuestros estudiantes”, destacó Norma Alicia Ruvalcaba, jefa del Departamento de Clínicas de Salud Mental.
Dio a conocer que en abril de esta año, se pretende concluir un nuevo edificio, anexo a las clínicas, donde se abordarán temas como el desarrollo de habilidades socio-emocionales, salud mental y equidad de género desde la infancia y capacitación a docentes.
Martha Laura Gutiérrez Fraire, coordinadora de Programas de Adultos y Adultos Mayores, destacó que para impulsar el apoyo a los adultos mayores se planea implementar el proyecto de “La línea dorada”, un servicio de línea telefónica en el que los profesionales darán orientación y acompañamiento.
Las clínicas cuentan con 10 cubículos de terapia individual y otra familiar, que dan servicio de 9:00 a 19:00 horas, con una capacidad de atención máxima de 200 personas.
Cada sesión tiene un costo de 40 pesos, y se requiere una entrevista inicial para canalizar cada caso.
A T E N T A M E N T E
"Piensa y Trabaja"
Guadalajara, Jal., 2 de enero 2017
Texto: Dania Palacios
Fotografía: Adriana González