Pocos avances para combatir el hambre y fuertes problemas de obesidad

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Alerta el Rector del CUCBA, doctor Carlos Beas Zárate, en el marco del Día Mundial de la Alimentación

En Jalisco, más de 1 millón 200 mil personas no tienen acceso a la alimentación, y cuatro de cada 10 niños padecen obesidad, expresó el Rector del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (CUCBA), doctor Carlos Beas Zárate, al inaugurar las actividades del plantel con motivo del Día Mundial de la Alimentación, que se conmemora el 16 de octubre.
 
“En 1945, en medio de una crisis social que afectaba el futuro de la humanidad, los gobiernos se comprometieron a combatir el hambre. Hoy, casi 75 años después, no sólo prevalece el hambre, sino que también tenemos problemas de obesidad derivados de una vida poco saludable y estilos de vida sedentarios”, agregó.
 
Dijo que, según datos de la FAO, la agencia de la Organización de las Naciones Unidas que lidera el esfuerzo internacional para poner fin al hambre, 672 millones de adultos y 124 millones de niñas y niños de entre 5 y 19 años son obesos, y más de 40 millones de menores de 5 años tienen sobrepeso.
 
“21 por ciento de los habitantes del mundo, es decir, mil 65 millones, tienen problemas alimenticios que, en algunos casos, se traducen en enfermedades cardiovasculares, diabetes y cáncer. Aunado a esto, el calentamiento global ha provocado cambios dramáticos en ecosistemas y regiones. Desde hace 40 años lo sabíamos, y la situación sólo ha empeorado, afectando la calidad de cultivos, de cosechas y el valor nutricional de los alimentos”, informó Beas Zárate.
 
En su conferencia magistral titulada “Seguridad alimentaria en México”, el representante de la FAO en México, maestro Eduardo García Morales, dijo que en materia de alimentación hay múltiples desafíos, especialmente lo relacionado con el hambre en el mundo.
 
“A principios de los 90 había mil millones de personas con hambre y, actualmente, la disminución ha sido poca, tenemos 826 millones de personas con subalimentación”, apuntó.
 
Explicó que este poco avance es atribuible a muchos factores, ya que para lograr la seguridad alimentaria se requiere la participación de todos los actores; la sensibilización, el incentivo de capacidades en la población para ir generando una comunidad más educada y participativa, con conocimientos que les permiten tomar decisiones adecuadas en lo que se refiere a la alimentación y producción de sus alimentos.
 
“El trabajo con las instituciones públicas es sumamente importante. Además de contar con un presupuesto más enfocado en erradicar el hambre. La academia es uno de los actores primordiales, porque tiene el contacto directo con la formación de futuros profesionales en la salud, funcionarios y tomadores de decisiones”, subrayó García Morales.
 
De acuerdo con datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, en México existen 25.5 millones de personas que no tienen acceso a la alimentación, mientras que el indicador de la FAO, que es menos preciso porque se basa en la toma de indicadores macroeconómicos, la cifra es de 4.7 millones de personas.
 
“Los dos indicadores tienen sus asegunes, el indicador que se utiliza en México forma parte de la medición de la pobreza. Es uno de los principales indicadores de carencia social, pero se basa en la escala mexicana de seguridad alimentaria con una encuesta de 12 reactivos y es una encuesta de percepción”, concluyó.
 
Destacó la importancia de sensibilizar a los futuros profesionales de estas áreas en el abordaje y solución de estos problemas, para que en un futuro, ya en el campo laboral, puedan generar las políticas y estrategias adecuadas.  
 
 
A t e n t a me n t e
"Piensa y Trabaja"
Guadalajara, Jalisco, 11 de octubre de 2019

 
Texto: Laura Sepúlveda
Fotografía: Adriana González