Pierde prestigio la democracia

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Culmina Cátedra de estudios iberoamericanos Jesús de Polanco

La democracia en todo el mundo, y en especial en América Latina, continente donde no ha resuelto los problemas en más de una década de regímenes democráticos, sufre una pérdida de prestigio, al igual que el poder judicial corrupto, tacaño, perezoso y los gobiernos acusados de intervencionismo y corrupción por todas partes.

 Quien fuera fundador del diario español El País, Juan Luis Cebrián, precisó durante la Cátedra de estudios iberoamericanos Jesús de Polanco, efectuada en el marco de la Feria Internacional del Libro, que la democracia no es más que un método que se somete a las condiciones, pero no es la solución para nada.

“Es la condición para todo, para poder ejercer el desarrollo individual y social en libertad y en profundidad, pero, por sí misma no resuelve los problemas, sino que es un marco para tratar de resolverlos sin acudir a la violencia. Tendemos a pensar que los países cultos son los más democráticos, y no es verdad, o no es necesariamente verdad”.

 Juan Luis Cebrián explica que un país civilizado es aquel que sabe vivir los cambios que se producen en el mismo. “Estamos ante un desafío cultural muy importante, que es cómo integrar en la sociedad las nuevas capacidades que nos obligan a responder de prisa”.

 En relación con el periodismo, comenta que la libertad es un bien escaso y siempre amenazado, y lo que está sucediendo con los periodistas mexicanos en este momento, con la cantidad de violencia y asesinatos que tiene que padecer la profesión y la represión sobre la libertad de expresión que viene de tantas partes, es algo que merece la solidaridad de todos los periodistas del mundo.

Para la reconocida escritora y periodista mexicana Ángeles Mastretta, en México el hábito de la incertidumbre y la falta de confianza aún nos tiene tomado el ánimo y nos cuesta creer en nuestros medios de comunicación, en los políticos y en las medianas y mediocres instituciones.

“En México la incredulidad por viejas y largas razones la tenemos arraigada. Es una cultura de desconfianza ganada durante muchos años, que impera sobre cualquier razonamiento, porque gane quien gane, lo que no tenemos arraigado todavía es un modo de ser democrático. Nuestra cultura democrática es superficial. ¿Qué hacer para darle densidad? Integrarla a otras culturas, acercarla a nuestros países, a los otros modos en que se vive la democracia en otras partes”.

 Durante los trabajos de la cátedra estuvieron además el escritor mexicano Carlos Fuentes, quien fue el encargado de hacer una remembranza de Jesús de Polanco y de recibir una medalla de reconocimiento a su participación, y el escritor Gabriel García Márquez, entre otras personalidades.

Guadalajara, Jal., 1 de diciembre de 2008
Texto: Laura Sepúlveda
Fotografía: Adriana González
Edición de noticias: LCC Lupita Cárdenas Cuevas