En 2008, 84 ciclistas entre 10 y 29 años de edad murieron en accidentes provocados por conductores automovilísticos o del transporte público, este tipo de incidentes es una de las principales causas de decesos entre los jóvenes no sólo de Guadalajara, sino de todo el país.
Patricia Martínez del colectivo GDL en Bici, enumeró dichas cifras para ejemplificar el problema que significa para la ciudad y sus habitantes que las políticas de vialidad estén enfocadas a favorecer a los automóviles y dejen de lado formas alternativas, sustentables y más seguras de transporte.
Dijo que hasta ahora, el dinero invertido en infraestructura vial es desigual, pues mientras que para construir un paso a desnivel son aplicados 450 millones de pesos, para adecuar la ciclovía de 10 kilómetros de largo por la avenida Federalismo fueron gastados apenas 25 millones de pesos. “Mientras no logremos convencer que hacer una ciclopista es igual de redituable que hacer un nodo vial, seguiremos teniendo los mismos problemas de movilidad urbana”.
Durante la mesa de encuentro con universidades del segundo Congreso nacional de ciclismo urbano que tuvo como sede el paraninfo de la Universidad de Guadalajara, los asistentes coincidieron en que el asunto de fondo es que el desarrollo vial parte de un principio de desigualdad, en el que sólo los automotores y quienes los conducen tienen el privilegio de transitar por ellas y el poder de sobajar a los peatones y a quienes circulan en bicicleta, cuando estos son mayoría.
El Rector general de la UdeG, Marco Antonio Cortés Guardado rectificó que esta casa de estudios apoya los movimientos ciudadanos que han impulsado el uso de medios de transporte alternativos, pues de ellos depende que estos temas entren en la agenda pública y de manera eventual, sean considerados como prioritarios en los tres niveles de gobierno.
Mencionó que como consecuencia de la mala planeación y de un proceso poco reflexionado de crecimiento de la ciudad, los vehículos automotores la han tomado por asalto, y esto se refleja en los números accidentes causados por el transporte público y en la actitud acosadora y prepotente de muchos automovilistas.
“Esta supremacía implica una inoculación de cierto poder ante los demás por parte de quien está al frente de un volante. Es común que los camioneros o los mismos conductores acosen a quien cruza una calle o a quienes van a un lado pedaleando una bicicleta. Esta cultura es la que hay que combatir, por ello la necesidad imperiosa de tener estrategias de movilidad que porten soluciones más equitativas”.
A la mesa de diálogo asistió también el rector del Instituto de Estudios Superiores de Occidente (Iteso), doctor Juan Luis Orozco quien mencionó que nuestro sistema vial presenta paradojas como que mientras miles de personas viajan solas en su automóvil al trabajo o a la universidad, otros miles más tienen que esperar hasta 40 minutos el paso de un camión que los deje cerca de ese mismo centro de trabajo o de estudios.
Urgió a los asistentes a ayudar a transformar esta sociedad en una más justa e incluyente en donde nadie tenga más derecho de transitar y donde tengan cabida todo tipo de expresiones alternativas.
Eugenio Arriaga Orozco, director de cultura del ayuntamiento de Guadalajara dijo que es indispensable que los gobiernos hagan una autocrítica y revisen las formas en las que lleva a cabo sus proyectos de desarrollo urbano. “Tenemos que rebasar los discursos y hacer planes que incluyan el fomento de una cultura vial diseñada para transformar los hábitos problemáticos que nos distinguen como ciudad y como país y que ponen en peligro la salud y la seguridad de los peatones”.
Guadalajara, Jal., 19 de septiembre de 2009
Texto: Mariana González
Fotografía: Internet
Edición de noticias: LCC Lupita Cárdenas Cuevas