Octavio Paz, un bordador de palabras “muy juicioso” como editor

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Adolfo Castañón hace una revisión de la poética de Paz, en conferencia en el CUCSH

Octavio Paz era un bordador de palabras y un editor “muy juicioso”, tanto con sus propios textos como con los de otros poetas y narradores, afirmó el poeta, ensayista y editor Adolfo Castañón, en la conferencia “Pasado en claro de Octavio Paz: el poeta como editor”, en el Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH), de la Universidad de Guadalajara (UdeG).
 
“En términos de editor, Paz fue muy juicioso y atento amanuense de su propio manuscrito. Siempre estaba bordando sobre algo ya bordado, entonces hay que revisar cuál es el texto con el que estaba trabajando Octavio Paz para deshilarlo, para bordarlo o para tramar su propio poema”, dijo el crítico literario y bibliófilo, quien fue amigo y colaborador del autor de El laberinto de la soledad y Premio Nobel de Literatura (1990).
 
Castañón puso como ejemplo el largo poema de Paz, Pasado en claro, que el autor fue creando luego de leer textos del poeta británico William Wordsworth, de los que tomó la idea de que la infancia podría ser susceptible de una recreación épica.
 
“Esta idea se reflejó en Pasado en claro, que tiene una campanada de guerra, de épica y tensión relacionada con la agonía de la comunidad. Muchas imágenes que formaba Paz se le ocurrieron con base en un stock, una imaginería que forma parte de las tarjetas postales del inconsciente que él pudo manejar para escribir y armar este poema, que es uno de los grandes poemas no sólo de la lengua española, sino de la poesía universal del siglo XX”, explicó Castañón, miembro de la Academia Mexicana de la Lengua.
 
El especialista, quien ha sido miembro del Consejo de redacción de revistas como Siempre!, Vuelta y Letras Libres, aseguró que Paz escribió esta pieza como una especie de psicoanálisis donde trataba de reconciliarse con su pasado y buscaba comprender quiénes habían sido sus padres, qué significó la casa donde vivió en su infancia y donde estableció una cercanía con su abuelo Ireneo Paz.
 
“Quería comprender esa casa de la que él sale y que es, en cierto modo, una especie de pasaporte para comprender el mundo. Es muy significativo que Paz se haya tardado en escribirlo, y aunque escribió poemas autobiográficos mucho antes, en Pasado en claro se hunde en ese pozo de su memoria para explicarse a sí mismo”, subrayó Castañón.
 
En una larga charla con jóvenes estudiantes de la licenciatura en Escritura Creativa, Castañón aseguró que podría hacerse un paralelo entre la obra y vida de Jorge Luis Borges, Alfonso Reyes y el mismo Paz, a quienes los unen cosas en común como un pasado militar, una infancia imantada por un jardín o un pozo, y una relación de iniciación sexual atípica.
 
Castañón se dio tiempo para dar consejos a los jóvenes acerca del oficio de la escritura y la edición, y los invitó a ser constantes, disciplinados en sus textos y a no permitir que otros les digan qué pueden hacer o no.
 
 
A t e n t a me n t e
"Piensa y Trabaja"
Guadalajara, Jalisco,
3 de septiembre de 2019
 
Texto: Mariana González
Fotografía: Abraham Aréchiga

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