Debido a dos casos de contagio de rabia por murciélagos registrados en Tomatlán y Hostotipaquillo, Jalisco; la población se muestra arisca y propensa a matar a todo mamífero volador nocturno que encuentre para evitar ser “atacado”, como se especula que puede suceder.
Sin embargo, comenta el Doctor Ignacio Iñiguez Dávalos, coordinador de investigación en el Centro Universitario de la Costa Sur (CUCSur) de la Universidad de Guadalajara (UdeG), y experto en murciélagos, que “aunque la gente los considere como feos, malos, o diabólicos, son animales de lo más normal y además muy benéficos”.
“En todo el mundo hay aproximadamente mil especies de murciélagos y de esas mil, en México hay 137, de las cuales en Jalisco hay 72. De todas las mil especies de murciélagos del mundo, solamente hay tres que comen sangre, y de esas sólo una se alimenta de sangre de mamífero, que es el vampiro común”, explicó el investigador, aunque admitió que “por uno pierden todos, es por eso de la mala fama de los murciélagos”.
Comentó además sobre la importancia de estas especies en el ecosistema, ya que “las otras 71 especies de Jalisco que no se alimentan de sangre, comen cosas como insectos que pueden ser plagas forestales, agrícolas o inclusive causantes de enfermedades, como los mosquitos… Otros comen fruta, y al hacerlo dispersan las semillas, y muchos de los bosques tropicales se regeneran debido a las semillas que dispersan los murciélagos”.
Algunos beneficios más, comentó el doctor Iñiguez, es que “hay otros (murciélagos) que comen néctar de las flores, y se llevan el polen de una flor a otra, participando así en la reproducción de las plantas. Por lo menos el 60 por ciento de la producción de pitahayas del valle de Autlán depende de los murciélagos”.
Otras aplicaciones de los beneficios de estos mamíferos voladores, podría ser hasta en la medicina. “La saliva del vampiro tiene una sustancia que retiene la coagulación de la sangre. Se analizaron sus componentes y se está produciendo para el tratamiento de enfermedades cardiovasculares”.
Una ventaja más se aplica en la agricultura donde “el guano, el excremento que dejan los murciélagos en las cuevas, es rico en nutrientes, y es de lo mejor en fertilizantes orgánicos que hay”.
Sin murciélagos, estos procesos naturales podrían verse mermados. “Sería bueno que empecemos a desarrollar una nueva cultura de conservación de estas especies”, concluyó el investigador. “Ha habido casos de rabia en murciélagos así como hay casos de rabia en cualquier otro animal. Los casos que hubo en Jalisco son excepcionales. Un animal saludable tiende a evitar a los humanos, no se enredan en el cabello como dicen de los murciélagos, y tampoco van a atacar”.
Guadalajara, Jal, 24 de junio de 2009
Texto: Araceli Llamas
Fotografía: Internet
Edición de noticias: LCC Lupita Cárdenas Cuevas