Es posible una nueva crisis migratoria en el inicio del período de Joe Biden, estiman expertos

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Especialistas coincidieron en que luego de la detención y retorno del general Cienfuegos, debe de replantearse la cooperación en materia de seguridad

Ante la legítima esperanza de que la política migratoria cambiará con la llegada del nuevo Presidente de Estados Unidos de América (EUA), Joe Biden, podría darse una estampida de caravanas de migrantes centroamericanos que provocaría una nueva crisis, coincidieron especialistas que participaron en el conversatorio “Las elecciones de Estados Unidos y sus implicaciones para México”, realizado durante el Seminario Internacional ASPEN-FIL.
 
El Exembajador de EUA en México, Jeffrey Davidow, estimó que evidentemente habrá una nueva dirección en la relación bilateral, pero también se puede anticipar una nueva crisis migratoria.
 
“Es cierto que Biden empezará con órdenes que cambiarán la situación de los refugiados de la frontera en el lado mexicano, cambiará el proceso de dar asilo. Cualquier acción por parte de Biden, aunque no tuviera nada que ver con Centroamérica, va a empezar de nuevo un rumor en Centroamérica de que la frontera está abierta, y lo podremos ver en los primeros días de la gestión de Biden: otra crisis de caravanas llegando a la frontera de México. Será el primer reto tanto de Biden como la administración de López Obrador”, reflexionó Davidow.
 
Al respecto, el Exsecretario de Relaciones Exteriores de México, Jorge Castañeda, dijo que, efectivamente, la decisión de Biden de implementar el Migration Policy Protocol tendría muchas implicaciones.
 
“En primer lugar, los 70 mil y pico de migrantes acampados al otro lado de la frontera, esperando su audiencia, en teoría podrían empezar a pasar a Estados Unidos para tener su audiencia ahí, no todos de la noche a la mañana, pero paulatinamente muchos, o todos. Ese es el primer reto para Biden y para México. El segundo reto es el que mencionaba Jeff, que se detone una ola migratoria en el triángulo del norte alentada por polleros y por la esperanza legítima de que va a cambiar la política con Biden, y eso nos plantea un primer problema en la frontera sur. Un segundo problema en el territorio mexicano es que logren pasar, y en tercer lugar, al llegar a nuestra frontera norte. ¿Qué hacer con ellos si Estados Unidos decide que sí pueden procesarse sus solicitudes, pero poco a poco, a cuentagotas también?”, declaró.
 
Davidow recordó que Biden ya anticipó que en sus primeros 100 días presentará una iniciativa de ley en materia migratoria con la intención de normalizar la situación de 11 millones de mexicanos en EUA, dándoles un camino a la ciudadanía norteamericana.
 
“Algo que ambos gobiernos podrían hacer en sus primeros días es regresar al tema de la colaboración binacional para ayudar a los gobiernos de Centroamérica. Hace casi un año, Trump y AMLO decidieron que ambos gobiernos tienen la obligación de mejorar las posibilidades de desarrollo en el triángulo centroamericano; pero no hemos visto acción en eso y México debe sugerirlo inmediatamente al equipo de Biden”, subrayó Davidow.
 
Castañeda se refirió a un ensayo recién publicado por Tonatiuh Guillen, primer Comisionado de Migración de la Cuarta Transformación, quien critica fuertemente a López Obrador por olvidar su propia política migratoria para someterse a la de Donald Trump a cambio de no imponer aranceles a las exportaciones mexicanas.
 
“Las cifras de octubre muestran un aumento importante en aprehensiones, llegó a 66 mil, lo más elevado desde 2005 para un mes de octubre. Siguen siendo, en su mayoría, adultos varones mexicanos solos. Ya no son niños y mujeres mexicanos. Jeff dice que viene un auge de Centroamérica, es probable, pero ahora hay un auge mexicano”, añadió Castañeda.
 
El Exembajador de México ante la ONU, Enrique Berruga Filloy –quien moderó el conversatorio–, comentó que es un reto tremendo, pues la presencia de los migrantes puede generar problemas serios en esta época de contracción económica.
 
Castañeda dijo que otro reto para México será ampliar la agenda de temas en la relación bilateral entre México–EUA para que no sólo sea la migración lo que domine, sino dar énfasis a temas ambientales, laborales, protección de inversiones y, sobre todo, de seguridad.
 
En el tema de seguridad y con referencia a la detención del general Salvador Cienfuegos, Castañeda consideró que el Ejército mexicano tendrá que superar su molestia con la DEA y EUA por haber investigado y detenido al Exsecretario de la Defensa Nacional sin notificar al gobierno mexicano.
 
“Para México será difícil confiar en ellos, pero para Estados Unidos será difícil confiar en México si no hay una investigación y un juicio ejemplar, con transparencia y debido proceso. Estados Unidos jamás ha dicho que devolvía a Cienfuegos porque era inocente, sino por asuntos prioritarios de política exterior; pero en la opinión pública la percepción es que debe de haber un juicio con toda la evidencia que Estados Unidos le pasó a México, y la que los mexicanos podamos encontrar en una investigación de fondo”, subrayó Castañeda.
 
Y agregó: “Si partimos de la idea de que los estadounidenses están convencidos de que los cargos contra Cienfuegos son robustos, básicamente están diciendo que todo el Ejército mexicano está podrido. ¿Como recuperas la confianza en ese escenario?”.
 
Berruga Filloy, incluso, señaló que es tiempo de replantear los términos de cooperación y colaboración bilateral en los estándares de seguridad, que datan de hace 30 años. Recordó que cuando se detuvo al médico Humberto Álvarez Machaín (acusado de participar en el asesinato del agente antidrogas, Enrique Camarena), se generó una crisis diplomática que terminó por modificar las reglas del juego entre ambos países en materia de seguridad.
 
“Si ese caso, que fue menor comparado con lo de Cienfuegos, sacudió las reglas del juego, no imagino lo que puede significar el arresto de un Secretario de la Defensa Nacional. Debe de haber un nuevo encuentro binacional para sentar las bases de un nuevo entendimiento”, apuntó Berruga Filloy.
 
Davidow coincidió en que es buen momento para replantear los acuerdos de cooperación: “La manera de enfocar esos temas necesitará experiencia y destreza política de ambos gobiernos. Los dos gobiernos deben de colaborar, no hay otra manera”.
 
El exembajador estadounidense tocó también el tema del fortalecimiento de la democracia y los derechos humanos en México: “Hemos visto, en los últimos dos años, menos preocupación del gobierno de México respecto a los otros gobiernos”, explicó.
 
Castañeda secundó, “yo sí siento que hay una deriva autoritaria en México bajo López Obrador, siento que hay menos interés y preocupación por el fortalecimiento de los derechos humanos. El debilitamiento y la farsa en que se ha envuelto la CNDH es síntoma de ello y hay preocupación en México por estos asuntos. Y claro, creo que uno de los aliados tradicionales en materia de derechos humanos es Washington”.
 
Otros desafíos tienen que ver con la relación de México con las empresas transnacionales, algunas dedicadas a la rama de las energías renovables. Y, finalmente, el tema de Venezuela, en el que Biden debe decidir si mantiene las sanciones y el reconocimiento a Juan Guaidó, y “en ese caso, seguro pediría a México acompañarlo”, arguyó Castañeda.
 
 
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Guadalajara, Jalisco, 28 de noviembre de 2020

 
Texto: Julio Ríos
Fotografía: Cortesía FIL

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