El español ni ninguna lengua romance proviene del latín

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Dante Medina “desmadra” al latín, al asegurar que es una madre estéril que no dejó ningún hijo. La Iglesia Católica, principal interesada en perpetuar ese mito

De acuerdo con el escritor e investigador de la Universidad de Guadalajara, Dante Medina, ni el español ni ninguna de las llamadas lenguas romances (rumano, francés, italiano, portugués) provienen del latín, aseguró esta mañana durante su conferencia al inaugurar el Foro internacional interdisciplinario de investigaciones filológicas: Metodologías de la significación, en el marco de la XXII Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL).

Comentó que los etimologistas, con una convicción total, hacen una relación forzada para comprobar que el español derivó del latín. “Puede haber intercambio de palabras entre un idioma y otro, pero eso no significa que un idioma proviene del otro. Es el mismo caso del latín, del cual hemos tomado muchas palabras, pero eso no significa que el español sea hijo del latín”.

Como parte de los principales argumentos que esgrimió el investigador, fueron el hecho de que el vocabulario base de las lenguas romances no son latinas; la declinación es diferente; el plural latino no está en las lenguas romances; el “usted” no existe en latín; la sintaxis, así como los adverbios y sustantivos de las lenguas romances, son parecidas entre sí, pero diferentes en latín. “Y cuando los etimologistas no encuentran las palabras en latín, las buscan en otras lenguas”.

“Las lenguas evolucionan lentamente. Un francoparlante actual puede leer sin ningún problema un texto del siglo XIII; un italiano actual puede leer las versiones originales de Dante, lo mismo un árabe el Corán o un hispanoparlante el Cantar de mío Cid, escrito en el siglo XII. En cambio los textos en latín de cualquier época son incomprensibles para nosotros. Si el latín fuera la madre del español, esta lengua nos sería familiar a nosotros y podríamos entender los textos. El latín es una lengua madre estéril, que no dejó descendencia”.

Dante Medina dijo que en todo esto debe haber “gato encerrado”, por lo que tiene que haber otra lengua, que no es el latín, y que sí entenderíamos en el pasado etimológico. Así como los astrónomos descubren planetas que no vemos, los filólogos estamos constatando la presencia de otro idioma de donde proviene el español. Parece que en italiano antiguo, que proviene del indoeuropeo, que es una lengua madre”.

Añadió que “la pesada presencia de la Iglesia Católica es la principal interesada en mantener este tipo y afirmar que el latín es nuestra lengua madre, la lengua sagrada de donde viene la religión única y verdadera, y así el dogma persiste por intereses. Hasta hace 30 años la misa era en latín, con la idea de que los feligreses no entendieran, porque todo eso era un misterio”.

Guadalajara, Jal., 4 de diciembre de 2008
Texto: Juan Carrillo Armenta
Fotografía: José María Martínez
Edición de noticias: LCC Lupita Cárdenas Cuevas

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