La pandemia le pegó a la industria cultural, ya que afectó la asistencia a conciertos, obras de teatro y funciones de ballet. Ahora, este sector enfrenta nuevos retos para adaptarse a una nueva normalidad marcada por el miedo al contagio.
El Teatro Diana es un reflejo de cómo han sido afectados los creadores de productos culturales y las industrias culturales durante la pandemia del COVID-19. De acuerdo con Karla Zapata, Directora de dicho teatro, en un ejercicio normal, como el de 2019, hubo en ese recinto 206 funciones entre conciertos, obras de teatro, ballet, y se generaron 100 millones de pesos en taquillas; pero en el primer trimestre de 2020 fueron generados apenas 6 millones de pesos.
“Así de dramática fue la caída”, expresó Zapata en la conferencia “Colaboración y responsabilidad para el ‘en vivo’ en una nueva normalidad”, dentro de la Feria Internacional de la Música para Profesionales (FIMPro).
En relación con la planeación financiera que se tenía en 2019, para 2020 tenía más programación. Era un año que pintaba muy bien para la industria, pero llegó la pandemia.
Destacó que los eventos que se han tenido desde que se reactivó el Teatro Diana, en su mayoría, han sido de artistas locales, nacionales y pocos extranjeros, que son los que se prestaron a cambiar la estructura del negocio tradicional y adoptaron estrategias como la reestructuración en la cantidad de staff y de personas con las que viajan.
La clave para que pudieran tener lugar las actividades fue el apoyo del mismo talento, y eso ha hecho la diferencia para que se pueda trabajar y se hayan presentado 20 shows, cuidando protocolos de salud.
Kin Martínez, fundador y director de Esmerarte Industrias Creativas, con sede en España, dijo que, a raíz de la pandemia, se resaltó la importancia que tiene para el ser humano la cultura. “¿Qué hubiera sido de nosotros si no existieran las buenas películas, una canción o un libro?”, preguntó. Y destacó como una buena estrategia el bono que se da a las personas en España para que consuman cultura.
En cuanto al mundo de la música, Martínez habló de la necesidad de promover la música como parte de las estrategias para hacer frente a los estragos de la pandemia en este sector.
Hay una generación, que tenía 16 años cuando estalló la pandemia, que no iba a conciertos porque no dejaban entrar a estos jóvenes, y a raíz de la pandemia toda esta gente no ha ido a un concierto. “Tenemos que hacer promoción entre estos jóvenes para que puedan asistir y disfrutar de la música”, subrayó.
La música, a diferencia de otras actividades, contiene mensaje, y en medio de esta pandemia el mensaje es poder caminar hacia un mundo mejor, hacia una esperanza.
“La música tiene mucho qué decir por su capacidad de comunicar en materia de igualdad, inclusión social, etcétera”.
Denunció que hay un problema endémico en torno a la internacionalización del sector musical en Latinoamérica: “Tenemos un vehículo que es nuestro idioma, y sin embargo nos cuesta mucho atravesar lo que son los territorios”. Esto implica que tiene que haber un plan de internacionalización no sólo de España hacia otros mercados, sino un plan global iberoamericano.
Se refirió al caso español, al decir que quienes se dedican al sector musical necesitan un plan de financiación global, ya que “muchos estamos encontrando que no sabemos dónde se genera la economía y financiación del propio sector. Hay que ensamblar muy bien cómo nos vamos a financiar en el futuro y cómo vamos a ser competitivos”, agregó Martínez.
“Nuestro sector está invadido por intrusos que adulteran las reglas del juego permanentemente”, concluyó.
En este panel participaron Dan Hernández de Bestlife Producciones y Rev Moose, de Marauder Group/ NIVA.
Atentamente
"Piensa y Trabaja"
"Año del legado de Fray Antonio Alcalde en Guadalajara"
Guadalajara, Jalisco, 14 de octubre de 2021
Texto: Martha Eva Loera
Fotografía: Abraham Aréchiga