Donald Trump pudo llegar a la presidencia de Estados Unidos en parte debido al cambio de los patrones y perfiles migratorios en ese país en las últimas cinco décadas y a un “racismo soterrado” que existe entre los ciudadanos de ese país, incluso tras ocho años de tener un mandatario de origen afroamericano, afirmó la doctora Erika Pani Bano, profesora-investigadora del Centro de Estudios Históricos, de El Colegio de México.
En su conferencia "Cuando el vecino se convirtió en Trumpilandia (Estados Unidos y su historia actual)" como parte del seminario de la Maestría en Historia, del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH), de la UdeG, la especialista dijo que hay una población estadounidense que se siente marginada por los migrantes que viven en su país.
“La virtud histórica de ser blancos y el que no se les reconozca esta virtud es parte de su crisis psicológica, y Trump les llegó por ese lado, en este llamado racismo silencioso, que a veces no es tan silencioso”, afirmó la académica.
Desde la reforma a la ley en 1965, Estados Unidos pasó de albergar nueve millones de habitantes nacidos en el extranjero, a 45 millones de migrantes, en 2015. Además pasó de tener una tasa de siete personas de nacionalidad europea por cada 10 migrantes, hace 50 años, a una realidad actual en la que menos de una persona extranjera proviene de Europa, recalcó.
“Eso mueve las sensaciones de esta población trabajadora y blanca que se siente desplazada. Todos los números que les puedas presentar de los lugares que ocupan los migrantes, el efecto de su trabajo en los salarios, decir que no son criminales, todo eso no importa porque ellos ven cómo les están quitando el trabajo, cómo están entrando en todos lados y cómo hablan español cuando están en Estados Unidos y deberían hablar inglés”, añadió.
Este racismo ha sido demostrado también con el apoyo irrestricto de los evangélicos a la candidatura de Trump, que se convierten en una potencia electoral sobre todo por su capacidad de organización que se traduce en número en votos.
Pani Bano afirmó que pese a que este grupo religioso busca construir una sociedad cristiana y poner la moralidad en el centro de la vida pública y las leyes, eligieron a un hombre que no duda en ser grosero, decir todo tipo de vulgaridades y ventilar sus infidelidades.
“Parece que lo que a ellos les importa es evitar el aborto y aparentemente que se ponga un alto a lo que ven como el tratamiento preferencial de ciertos grupos que son minorías -migrantes y afroamericanos- porque están verdaderamente descolocados por el hecho de haber tenido ocho años a un presidente afroamericano. Ahí hay un asunto de racismo soterrado con el que habrá que ver cómo va a lidiar la población estadounidense”, expresó.
A t e n t a me n t e
"Piensa y Trabaja"
Guadalajara, Jalisco, 25 de mayo de 2018
Por: Mariana González
Fotografía: Fernanda Velázquez