Los hijos de migrantes hispanoparlantes menores de 18 años son los que mayores índices de deserción escolar tienen en Estados Unidos, un problema grave y complejo que requiere ser abordado desde diferentes frentes, fue una de las conclusiones que expertos en el tema debatieron la tarde de ayer durante la XIV Reunión del Consejo Consultivo del Instituto de los Mexicanos en el Exterior, que hoy concluye y que tuvo como sede la Universidad de Guadalajara.
En la mesa titulada: La deserción escolar de los jóvenes mexicanos en Estados Unidos, la presidente de la Liga de Latinos Unidos de América (LULAC, por sus siglas en inglés), Rosa Rosales, señaló que “estamos en crisis, porque de todas las minorías en Estados Unidos los latinos tienen el porcentaje más alto de deserción escolar, y muchos jóvenes no saben leer ni escribir. Son muchos los que ingresan a la preparatoria y después de un año ya no regresan”.
Fundada en 1929, LULAC lleva 80 años tratando de estimular a los chicos y de defender sus derechos en escuelas públicas norteamericanas, pues a pesar de que ya “no nos lavan la boca con jabón por hablar español, aún siguen los chicos sufriendo diferentes tipos de discriminación, lo que provoca que, según nuestros cálculos, más de la mitad de los que ingresan ya no regresen a las aulas”.
“Sí hay aún discriminación contra los latinos. En Texas, por ejemplo, la comisión revisadora de los libros de texto señalan que no quieren la historia de las luchas de César Chávez ni de Henry Cisneros. No quieren a nuestros héroes en los libros porque dicen que no los necesitan. Esa es discriminación, porque los niños tienen que saber quiénes fueron ellos, nuestros héroes. Nos impiden contar con nuestra historia y nos quitan nuestro orgullo”.
El consejero de Los mexicanos en el exterior, Jaime Chahín Herrera, durante su intervención mencionó que el problema de los hijos de mexicanos que estudian en el exterior es complejo y requiere la intervención de los padres, la comunidad, los profesores y las autoridades, para evitar la deserción escolar.
“Tenemos más de 75 años buscando solucionar este asunto. El principal problema es que los chicos dejan sus estudios porque tienen que ayudar a la familia económicamente, luego porque no entienden el idioma, porque no les gusta la escuela o porque no creen que necesiten estudiar y tener mayor preparación para tener que trabajar”.
“Más de 31% de los alumnos mexicanos menores de 18 años dejan la escuela, pero ese porcentaje baja 9% de los hijos de padres de la primera generación. Es decir, los recientes migrantes tienen un índice más alto de deserción que cuando los padres ya están instalados desde varios años en Estados Unidos. El problema es grave porque muchos chicos están quedándose sin oportunidades”.
Guadalajara, Jal., 13 de noviembre de 2009
Texto: Juan Carrillo Armenta
Fotografía: Abel Hernández
Edición de noticias: LCC Lupita Cárdenas Cuevas